Una enfermera británica enfrenta un juicio por homicidio por la muerte de al menos siete recién nacidos a quienes les inyectó deliberadamente leche, insulina y hasta aire.
Lucy Letby, empleada en un hospital en Chester, Gran Bretaña, también enfrenta cargos por tentativa de asesinato, de acuerdo con el Daily Mail, pues se tiene registro de que intentó replicar estos hechos en otros menores durante casi 18 meses, entre 2015 y 2016, hechos por los que fue detenida desde 2020.
De acuerdo con las autoridades, durante el tiempo que la mujer de 32 años laboró como enfermera en el área de neonatología en el turno nocturno se registró un aumento significativo de decesos o bebés envenenados por “colapsos catastróficos”, lo que levantó las alertas en el centro médico.
Al analizar a los pacientes se identificó que ninguno presentaba problemas previos a su colapso o fallecimiento a sólo unas horas de que ella quedara a cargo de ellos o durante su turno, lo que la puso en la mira de hospital.
La directiva del hospital la cambió de turno para identificar si se trataba de una lamentable casualidad de que las muertes sucedieran durante sus rondas o ella tenía algo que ver, pero no lograron comprobar su presunta participación y ante las sospechas solicitaron apoyo a la Policía y en colaboración con las autoridades se detectó que envenenó con insulina, aire y hasta leche a los menores.
Esta evidencia fue presentada en el juicio que comenzó a casi dos años de su arresto y los primeros testigos describieron a Letby como una mujer “malévola”, pues se detalló que en algunos casos las víctimas fallecieron tras varias intentos de la enfermera.
Además, la Fiscalía evidenció un “interés inusual” de la presunta asesina por las víctimas y sus familias, pues se identificó que trató de contactarlas por redes sociales o revisaba sus perfiles, de acuerdo con información obtenida de su computadora personal. Asimismo, precisó que actuaba de noche inicialmente al considerar que en ese momento había menos testigos.
DGM