En el primer Estado de excepción bajo su gestión, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, declaró un “conflicto armado interno” contra 22 grupos del narcotráfico tras la fuga del principal capo y líder de Los Choneros, José Macías Villamar, Fito, y la violencia sin precedentes, como la toma de un canal de televisión y ocho muertos.
En su primer decreto bajo ese régimen ordenó la intervención inmediata de las Fuerzas Armadas y la Policía contra bandas como Choneros y Lobos para recuperar el control luego de que encapuchados irrumpieran en el set de TC Televisión, en Guayaquil, y se desatara el pánico en varias regiones como la universidad.
Agentes y unidades especializadas respondieron a la toma de rehenes en la sede en avenida Las Américas, donde criminales sometieron a periodistas y camarógrafos para usar su canal presuntamente para dar un mensaje. Al verse rodeados, amagaron a las víctimas para obligarlas a exigir en cámara “que se vaya la Policía”, para evitar que les dispararan. En medio del caos, empleados escaparon por la entrada y un espacio que abrieron en una zona en construcción, según varios videos.
Horas después se concretó su rescate y la captura de 13 delincuentes, 12 locales y un venezolano, quienes enfrentan cargos por terrorismo, según el comandante de la Policía Nacional, César Augusto Zapata, y la Fiscalía. En tanto, grabaciones mostraron a los rehenes liberados, quienes afuera de las oficinas abrazaron a colegas y familiares, que acudieron a la zona.
Pero el temor de una escalada a días de la fuga de Fito, supuesto autor intelectual del asesinato del aspirante presidencial Fernando Villavicencio y ligado a narcos de Sinaloa, aumentó. Escuelas de varios niveles se vieron envueltas en el terror, pues ante avisos de criminales rondando alumnos salieron corriendo o se encerraron en salones, mientras padres acudieron a los planteles en busca de sus hijos, tras la suspensión de clases presenciales.
En otros puntos hubo quema de ve-hículos y supuestos tiroteos, posibles distractores, pues incluso la autoridad llamó a no difundir información falsa al corroborar hasta el cierre de esta edición un saldo de ocho decesos y dos heridos. Pero también se reveló que frustraron un ataque con bomba en el Ministerio del Interior.
Ante el miedo y el toque de queda —de 23:00 a 05:00 horas— impuesto desde el pasado 8 de enero cientos de negocios cerraron ante la violencia y saqueos.
Asimismo, se informó la ejecución de guardias sentados en el suelo, a quienes secuestraron en penales tras el escape de Fito y, un día después, de Fabricio Colón Pico, de Los Lobos, por quienes ofrecen recompensa, sin montos específicos.
Horas después cientos de ciudadanos iban a pie de regreso a casa ante la falta de transporte y calles desoladas, entre uno que otro auto y tanques del ejército que reforzaron la seguridad en busca de los culpables de la violencia al inicio de año.
Líderes de la nación y Fuerzas Armadas llamaron a la unidad al respaldar al Ejecutivo y convocar a dejar de lado las disputas ante la emergencia inédita desde la década de los 90 y en medio del cambio de Gobierno, pues Noboa lleva menos de dos meses en el poder.
Al respecto, el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Jaime Vela, sostuvo que los grupos beligerantes son ahora el objetivo militar al recalcar en un mensaje junto a los ministros de Interior, Mónica Palencia, y de Defensa, Gian Carlo Loffredo, que fracasarán en su intento de intimidarlos.
Por separado, la Asamblea, el exmandatario Rafael Correa y los excontendientes a la presidencia Luisa González, Christian Zurita y Jan Topic externaron su apoyo al comprometerse a trabajar en conjunto para preservar la paz. Incluso, Topic fue un paso más allá y se dijo dispuesto, ante la poca experiencia de Noboa, a liderar la seguridad nacional, proceso en el que legisladores dijeron que aceleran medidas pendientes para fortalecer al país y ofrecerán amnistía, en caso de ser necesario.
Y la alerta se elevó fuera del país, pues Perú reforzó la frontera que comparte ante la posible huida de criminales hacia su territorio y convocó al Consejo de Ministros para una mejor respuesta. En tanto, Colombia también garantizó su respaldo a Quito, mientras que la potencia Estados Unidos se dijo lista para enviar asistencia.
“Nadie quiere salir”: mexicana ante crisis
Ante las alertas por la violencia una mexicana que viajó a Ecuador durante el fin de año confía en salir hoy mismo, como está programado su vuelo, pues sólo hay afectaciones en viajes internos.
La viajera que pidió el anonimato relató que ante el caos en Guayaquil llegó con muchas horas de anticipación al Aeropuerto Internacional José Joaquín Olmedo, pues su vuelo de Avianca sale de madrugada, pero el toque de queda le impedía salir de noche.
Por ello, agilizó su partida entre calles semivacías y choferes que se negaban a llevarla al admitir que “nadie quiere salir”, por lo que tras visitar a la familia pagó 10 veces más a un taxi con tal de llegar a la terminal.
Ahí revisaron que en la unidad no hubiera ni armas ni explosivos, sin abundar en su boleto, mientras sus parientes se resguardaron en casa ante la situación.
Añadió que durante su estancia, por previas restricciones, le aconsejaron no viajar a zonas de riesgo, hecho que comparó con situaciones críticas que también afectan a México.
La mexicana agregó que tuvo contacto con autoridades del país que le pidieron no ponerse en riesgo y que no prevén enviar ayuda como ocurrió durante la pandemia de Covid-19.