La violencia opacó los reclamos de miles de trabajadores en el mundo por disturbios en Chile y Francia durante las protestas por el retroceso en los derechos del sector, en el retorno de las marchas tras dos años de lucha contra la pandemia de Covid.
Aunque la mayoría de movilizaciones por el Día del Trabajo se caracterizó por ser pacífica, dos naciones destacaron por actos vandálicos tras recientes procesos electorales, pues en América Latina Gabriel Boric está por cumplir tres meses en el poder y en París Emmanuel Macron asumirá su segundo mandato consecutivo la próxima semana.
Mientras millones recriminaban por el revés económico y social por el Covid, por desempleo y la inflación, en Sudamérica se reportaron disparos, lo que dejó dos heridos de bala, uno de ellos de gravedad por un impacto en el craneo.
Además se confirmaron choques con uniformados por barricadas a las que prendieron fuego, así como bloqueos y saqueos a tiendas en medio de reclamos, pues millones de empleados perdieron su fuente de ingresos y exigen proteger la canasta básica y una reforma tributaria.
Aunque los carabineros informaron que las movilizaciones fueron en orden, se indicó que dos sujetos fueron detenidos, con apoyo de cámaras de seguridad, luego de abrir fuego contra integrantes de la Central Clasista de Trabajadores en Santiago. Sin dar detalles sobre el móvil, se reveló que los capturados fueron identificados como extranjeros, hecho ante el que el alcalde de Estación Central, Felipe Muñoz, adelantó que actuarán con todo el peso de la ley contra los responsables.
En dicho territorio el mayor reclamo de la base obrera fue ante el salario mínimo, que según el Ministerio del Trabajo subirá de 350 mil a 400 pesos chilenos.
Las movilizaciones en América se extendieron por naciones como México, Brasil, Argentina, Uruguay y Colombia, así como en El Salvador y en Cuba.
En la región centroamericana, ciudadanos retaron el Estado de excepción de Nayib Bukele y marcharon por mejores condiciones laborales mientras el gobierno aprieta su lucha contra las pandillas.
En tanto, en Cuba, donde reapareció el exmandatario Raúl Castro, afines al gobierno de Miguel Díaz-Canel abarrotaron las calles de La Habana, en una clara respuesta a las movilizaciones antirrégimen de hace meses como muestra de unidad, luego de que en las últimas semanas familiares de detenidos solicitaran apoyo internacional para liberar a cientos de reos de la revolución.
A miles de kilómetros, en Europa, las marchas más violentas se registraron en Francia en donde miles de ciudadanos aprovecharon la conmemoración para repudiar las políticas de quien el próximo 13 de mayo arrancará su nuevo quinquenio, principalmente por el intento de aumentar la edad de jubilación.
Con pancartas en claro desafío al mandatario galo, los trabajadores advirtieron que este tema podría convertirse en una batalla o huelga prolongada, pues para ellos la prioridad es elevar los montos tanto en el retiro como en salarios, mientras que el gobierno busca ampliar la edad para dejar de laborar.
Al respecto, Macron se pronunció por estudiar las opciones antes de un cambio; sin embargo, ello no detuvo la escalada, pues vándalos reventaron cristales y dañaron fachadas de negocios, lo que dejó unos 40 detenidos. Incluso se reportó que, para dispersarlos, la Policía lanzó gas lacrimógeno contra grupos violentos, sin reducir su presencia.
Asimismo, se reportaron marchas en España, Italia, Alemania, Rusia y otras latitudes para denunciar el retroceso en empleo digno, pues a causa de la pandemia perdieron sus derechos y no se ha logrado recuperar los niveles de empleo, ahondando la falta de ingresos y plazas. Incluso en ese continente aprovecharon para pronunciarse contra la guerra en Ucrania, hecho al que se sumó una caravana en Moscú.