Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea (UE) se unieron para imponer sanciones contra el régimen bielorruso de Alexander Lukashenko y aliados por ataques a los derechos humanos.
A casi un mes del arresto del opositor Roman Protasevich, tras el desvío de un avión comercial en Misk, los gobiernos aseguraron en un comunicado conjunto “estamos unidos para imponer costes al régimen por su flagrante incumplimiento de los compromisos internacionales”.
Coincidieron que las medidas buscan terminar con las prácticas represivas que comenzaron en agosto pasado, por las elecciones que tacharon de fraudulentas.
Ya por separado, el gobierno de Joe Biden indicó que el castigo es contra 16 funcionarios en respaldo a las aspiraciones democráticas del pueblo bielorruso, de acuerdo con el secretario de Estado Estadounidense, Antony Blinken.
Se detalló que la reprimenda se extiende al fiscal general, Andrei Shved, y la presidenta de la Asamblea Nacional, Natallia Kachanava, por perjudicar al pueblo de Bielorrusia, pues no tolerarán que continua la represión incesante contra las voces independientes en el país.
Para Canadá la lista es más grande, pues sancionó a 17 ligados al régimen de Lukashenko, así como a cinco compañías petroleras, de navegación y fabricación de vehículos.
Por separado, líderes europeos recordaron que ya es la cuarta ronda de sanciones contra aliados de Lukashenko, desde el año pasado con lo que ya suman más de 150 colaboradores, como Dmitry Lukashenko, hijo del mandatario, y 15 firmas bielorrusas en la lista negra de la UE, como exportadoras de productos petroleros.
Asimismo, mantiene en veto para estos funcionarios a viajar a su territorio y congeló sus activos en la región. También ratifica la prohibición a las aerolíneas bielorrusas a sobrevolar su espacio aéreo luego del acoso a un avión comercial de Ryanair para obligarlo a aterrizar y capturar a un periodista crítico de ese gobierno.
ntb