Estados Unidos apuntó ayer a Corea del Norte con nuevas sanciones tras el lanzamiento del satélite espía Malligyong-1 la semana pasada, designando agentes con base en el extranjero a los que acusó de facilitar la evasión de sanciones para recaudar ingresos y tecnología para sus armas del programa de destrucción masiva.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos expuso en un comunicado que también aplicó sanciones al grupo de ciberespionaje Kimsuky, acusándolo de recopilar inteligencia para apoyar las ambiciones estratégicas y nucleares de Corea del Norte.
La acción, tomada en coordinación con Australia, Japón y Corea, se produce después de que Corea del Norte lanzara la semana pasada con éxito su primer satélite de reconocimiento, que según manifestó, fue diseñado para monitorear los movimientos militares de Estados Unidos y Corea del Sur.
“Las acciones de hoy (ayer) de Estados Unidos, Australia, Japón y la República de Corea reflejan nuestro compromiso colectivo de combatir las actividades ilícitas y desestabilizadoras de Pyongyang”, dijo en el comunicado el subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, Brian Nelson.
“Seguiremos centrados en atacar estos nodos clave en la generación de ingresos ilícitos y la proliferación de armas de la RPDC”, añadió Nelson, llamando a Corea del Norte por las iniciales de su nombre oficial, República Popular Democrática de Corea.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Corea del Sur comunicó que había incluido en la lista negra a 11 norcoreanos por su participación en el desarrollo de satélites y misiles balísticos del país, prohibiéndoles cualquier transacción financiera.