Estados Unidos eliminó al líder terrorista de Al-Qaeda y sucesor de Osama bin Laden, Ayman Al Zawahiri, durante un ataque aéreo con drones en Afganistán, hecho que el presidente Joe Biden calificó de “justicia” a más de 20 años de su búsqueda por los atentados del 11 de septiembre del 2001 en el país.
Funcionarios y líderes de las fuerzas armadas del gobierno confirmaron la caída de quien es señalado por supervisar los atentados durante la gestión de George W. Bush, horas después de que AP adelantara un operativo clave en la lucha antiterrorista.
Según la agencia, el pasado 31 de julio se ubicó a uno de los principales objetivos extremistas, pero la Casa Blanca sólo dio cuenta de “una operación antiterrorista exitosa” al asestar un fuerte golpe a la organización, con lo que se degrada la capacidad de ésta para mantener operaciones y atacar a países.
En tanto, medios estadounidenses revelaron que el bombardeo con equipo tecnológico en Afganistán se realizó en colaboración con la Agencia Central de Investigación (CIA, por sus siglas en inglés), perpetrando un severo golpe a organizaciones criminales, hecho que el propio Biden aseveró en conferencia de prensa autorizó personalmente.
“El líder terrorista está muerto”, aseveró el mandatario, en medio de su aislamiento por contagio de Covid-19, en torno a quien era considerado una “amenaza activa”.
Explicó a nivel nacional que su localización derivó en uno de los mayores operativos en el país, mismo concluyó este fin de semana, pues se trata de uno de los más buscados por el Buró Federal de Investigación (FBI) y por quien estaba vigente una recompensa por hasta 25 millones de dólares hasta ayer, ya que la agencia actualizó los datos al reportar que fue abatido.
Asimismo, reconoció los esfuerzos de la Inteligencia estadounidense para rastrear a uno de lo líderes de los peores atentados terroristas en EU, en referencia a los ataques deliberados contra las Torres Gemelas y el Pentágono, pues según sus palabras estuvo “profundamente implicado en la organización de los atentados”, en los que fallecieron dos mil 977 personas en Nueva York.
Biden recordó que el terrorista, de origen egipcio, fue el número dos de Bin Laden, asesinado también por sus tropas en 2011 en Pakistán, y el ejército lo tenía en la mira por ser la “mente maestra” detrás de múltiples ataques contra connacionales y embajadas, pues fue el organizador de atentados con bomba en las sedes diplomáticas de Kenia y Tanzania.
Por lo que resaltó que a casi una década de la caída del máximo líder y fundador de Al-Qaeda, ayer EU abatió a uno de sus lugartenientes, el doctor que ahora encabezaba grupos extremistas en el mundo, como en Afganistán, Siria a Irak.
Durante el mensaje a la nación, se precisó que el actual líder terrorista fue ubicado tras un largo seguimiento en desde Kabul hasta Shirpur, en Afganistán.
Al respecto, fuentes del gobierno admitieron a Reuters, bajo anonimato, que el seguimiento puntual comenzó la madrugada del 31 de julio hasta detectar la zona en donde ocurrió el impacto, misma en la que presuntamente vivía junto a su familia. Sin embargo, no queda claro desde cuándo se encontraba en la región y si contó con respaldo del Talibán tras la salida de múltiples ejércitos de Kabul, pero el gobierno informó que no hubo bajas de civiles.
Biden sostuvo que sus tropas pudieron actuar en su contra en dicho territorio, porque el Talibán violó acuerdos internacionales desde que retomó el poder hace más de un año, cuando perpetró un doble bombardeo en el aeropuerto de Kabul, en el que fallecieron 13 soldados estadounidenses.
Con este éxito, el presidente de EU reafirmó su compromiso en la lucha terrorista, con el apoyo de aliados, al repetir la advertencia que lanzó cuando sus tropas abandonaron Afganistán, pues apuntó que sin importar “donde se escondan, Estados Unidos te buscará y te eliminará”.
Asimismo, indicó que en estas acciones para vulnerar a la organización terrorista “nunca nos vamos a rendir”, mientras que en Afganistán el vocero Talibán, Zabiullah Muyahid, recriminó el operativo luego de detectar una aeronave no tripulada, alegando presuntas violaciones a principios internacionales.
Según datos del gobierno el sujeto de 71 años fundó la Yihad Islámica en su país de origen, misma que luego se sumó a Al-Qaeda, lo que lo llevó a asumir el liderazgo de la organización tras la caída de su mentor Bin Laden, gracias a sus tácticas de organización y estrategias. Actualmente lideraba ramas extremistas asentadas en Afganistán, Irak y Siria.
Con ello, Estados Unidos suma un tercer operativo con igual número de objetivos asesinados en lo que va del año, pues sus Fuerzas Armadas asesinaron a los cabecillas islámicos Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi y Maher al Agal, en febrero y julio pasado, respectivamente, luego de las promesas de acabar con los responsables de graves atentados, como el del año pasado en la región asiática.
JVR