Se terminó el reinado de la hidroxicloroquina en Estados Unidos, donde el presidente Donald Trump insistía en que este medicamento, que se usa para tratar la malaria o el lupus, era también muy útil para “curar” el nuevo coronavirus; incluso envió 2 millones de dosis a Brasil, para que el gobierno de su aliado Bolsonaro atendiera el segundo mayor brote del mundo.
Ayer, la Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA, por sus siglas en inglés) retiró la autorización que había otorgado en marzo pasado, para el uso de emergencia de la hidroxicloroquina y la cloroquina. La agencia explicó que los “fracasos recientes de los ensayos clínicos” con estas drogas “significan que pueden no ser efectivas para tratar el Covid-19” o prevenirlo en personas que han estado expuestas.
También aseguró que los beneficios que puede dar este tratamiento a los pacientes no superan los riesgos, entre los que destacan problemas cardiacos graves, incluso la muerte.
El presidente Trump pasó semanas promocionando la hidroxicloroquina como un posible tratamiento milagroso contra el Covid-19, a pesar de la escasa evidencia. En marzo pasado, la FDA autorizó su uso de emergencia, que si bien no declaraba la efectividad del fármaco para combatir el virus, permitía que se administrara de manera controlada en hospitales, para pacientes críticos, en el marco de su tratamiento estándar.
Los críticos acusaron a la FDA de ceder ante la presión de Trump, quien a pesar de no tener coronavirus, tomó la hidroxicloroquina sin prescripción médica, según él, para evitar contagiarse.
Los fracasos recientes de los ensayos clínicos de hidroxicloroquina significan que puede no ser efectiva para tratar el Covid-19 o prevenirlo en personas que han estado expuestasAdministración de Alimentos y Medicinas de Estados Unidos, Comunicado oficial
Aproximadamente un mes después de emitida la autorización de emergencia, en abril, la Administración de Alimentos y Medicamentos advirtió contra el uso de hidroxicloroquina fuera de los hospitales y ensayos clínicos, debido a “efectos secundarios potencialmente fatales”.
Al revocar la autorización de emergencia, la FDA señaló que los datos recientes de un gran ensayo controlado aleatorio no mostraron diferencias entre el uso de hidroxicloroquina y el tratamiento estándar; sin embargo, debido a que esta droga sigue en el mercado y está aprobada para otros usos, algunos médicos todavía pueden prescribirla contra el coronavirus; no obstante, estarán obligados a informar que su uso ya no está autorizado para tratar o prevenir el brote.
La nueva prohibición, sin embargo, no aplica para los ensayos clínicos en laboratorio que buscan una cura del Covid-19, especificó la FDA, ayer.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) entró en una controversia similar por la hidroxicloroquina, que aún es parte de su proyecto global “Solidaridad”. La OMS la suspendió temporalmente después de que un estudio de la prestigiosa revista científica The Lancet determinara que era mortalmente riesgosa.
Más tarde, la OMS reconoció que el análisis de The Lancet no tenía bases necesarias para descartar a la hidroxicloroquina y restituyó los ensayos que observan sus efectos. Actualmente, la comunidad científica tiene opiniones divididas en relación a la seguridad de la droga, mientras avanzan en una carrera contrarreloj para descubrir la vacuna o tratamiento más viable para el Covid-19.