La Corte Suprema de Estados Unidos sepultó la raza como factor de elección para ingresar a la universidad, hecho que el gobierno y escuelas tacharon de “retroceso” y “decepción” abriendo una disputa con republicanos, mientras que cientos protestaron por cerrarle el paso a las minorías.
En un fallo histórico, el máximo tribunal —el más diverso en la historia— votó 6-3 y 6-2 contra las prácticas de la Universidad de Carolina del Norte y Harvard, lo que anticipa un ajuste de magnitud nacional, y el segundo revés en un año, pues en junio del 2022 también anuló el aborto al revertir el caso Roe vs. Wade.
La mayoría conservadora coincidió que el intento de garantizar espacios para todos derivó en una violación a la Constitución, al acusar que la protección a minorías se convirtió en un privilegio que se usaba erróneamente, según el alegato del presidente de la Corte, John Roberts.
Incluso, en la resolución que leyó durante la polémica decisión advirtió que esa medida sólo agravó estereotipos raciales en esta potencia.
Y dejan en evidencia que las universidades no cuentan con datos medibles, ya que no existen registros de que los desafíos personales y habilidades adquiridas en un entorno segregado y de bajos recursos les dieran más valor académico a alumnos sobre su color de piel frente a personas de otra raza con los mismos retos, recalcando que consiguieron su admisión por cuota racial y no por mérito.
Al respecto, destaca que dos de las posturas más contrastantes se dieron entre los dos jueces de raza negra: Clarence Thomas, conservador, y Ketanji Brown Jackson, del bando liberal.
Thomas, el segundo hombre de color en el máximo tribunal, dijo que su objetivo es velar por la Carta Magna que se volvió “ciega al color”, pues admitió que la acción afirmativa se diseñó para beneficiar ventajosamente a su sector.
Pero Jackson, quien llegó en 2022 como la primera mujer negra, criticó el “daltonismo” de compañeros, al defender que no se debe tratar legalmente un tema que afecta cómo enfrentas la vida.
Postura que respaldaron directivos universitarios, pues temen un número cada vez más bajo de postulantes negros, latinos y asiáticos, al ser superados por los blancos. Mientras que Sonia Sotomayor, magistrada latina, pidió mantener esta práctica al señalar que ella es un ejemplo de este apoyo.
Tras la decisión, una oleada demócrata arremetió contra la Corte, lo que anticipa posibles cambios para revertirla, como se busca con la despenalización del aborto.
El primero en protestar enérgicamente fue el presidente Joe Biden quien advirtió “no podemos dejar que esta decisión sea la última palabra” al cuestionar la actuación del tribunal.
En charla con la prensa, dijo que el fallo golpea la esperanza en EU, al enfatizar que algunos beneficiarios de bajos recursos fueron los primeros en sus familias en llegar a la universidad, enmarcando el escenario de oportunidad, lo que contrasta con los ricos con conexiones, que tienen 77 veces más probabilidad de entrar a universidades de gran demanda.
Asimismo, recriminó la decisión que los “hace retroceder décadas”, al considerar que se malinterpretó la acción, pues la raza es un factor extra que no anula las calificaciones y exámenes.
Y agregó que en EU “la discriminación aún existe”, pero puso como ejemplo de diversidad en el ejército, como el mejor modelo en la materia, al abrirle la puerta a hombres negros, mujeres y no nacidos en el país, por lo que adelantó ajustes a través del Departamento de Educación.
Biden fue respaldado por su número dos, Kamala Harris, y el exmandatario Barack Obama, los primeros líderes de color en esos cargos.
Harris condenó este “paso atrás”, al sentenciar que, además de revertir un precedente histórico, ataca a las minorías retrasando la erradicación del racismo. En tanto, el primer hombre de color en la Casa Blanca recordó que la acción afirmativa intentó suavizar la exclusión al mostrar que gente como Michelle Obama y él merecían un lugar en la mesa, y resaltó la oportunidad para atender el problema de fondo. Voces a las que se sumaron el fiscal Merrick Garland y el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer.
En tanto, republicanos celebraron la decisión al referir que se dará prioridad a quien lo vale. El exmandatario y aspirante presidencial Donald Trump resaltó en su red social: “vamos a volver a todo basado en el mérito. ¡Así es como debe ser!”.
Dicho debate ideológico se llevó a las calles donde cientos de manifestantes, en su mayoría jóvenes, exigieron retomar esa medida. Con pancartas y consignas contra la derecha, aseguraron que mantendrán sus movilizaciones en defensa del futuro de jóvenes negros e hispanos, quienes aún son excluidos.
Incluso, sectores de mayor confrontación en el país acusaron a la Corte de alejar deliberadamente a las mentes más brillantes de las nuevas generaciones, sólo por ser negros, para someterlas y dar privilegios a los blancos.