Estados Unidos aumentó el choque legal con Texas al demandar a la entidad por la restrictiva ley con la que el gobernador Greg Abbott criminaliza a migrantes al dar a sus fuerzas la autoridad para arrestar a presuntos ilegales.
A dos semanas de que el republicano firmara la restrictiva norma SB4, el Departamento de Justicia busca frenarla antes de su entrada en vigor, en marzo, pues se trata de una acción “anticonstitucional”.
Incluso, la fiscal adjunta Vanita Gupta sostuvo que la medida responde a una interferencia, al detallar que ese cambio legislativo rebasa el marco legal del Congreso, según un comunicado. Y recalcó que la aplicación de la ley en temas de inmigración corresponden a la Federación, por lo que insistirán en declararla contraria a la Carta Magna.
Esta batalla legal recuerda la afrenta que se lanzaron antes Joe Biden y Abbott por las boyas en el río Bravo y el alambre de púas para contener a los indocumentados que intentan alcanzar el sueño americano, hecho por el que esa entidad acusa a EU de evadir su principal tarea en temas de seguridad. Con ello, Texas suma otra acción legal en contra, pues en diciembre activistas presentaron la primera demanda ante la ley que pone en riesgo a residentes legales, pues los agentes están autorizados a detener y solicitar sus papeles a cualquiera que parezca sospechoso, incluso aunque éstos no se encuentren cerca de la frontera.
Esta acción se da en medio de una pugna entre republicanos y demócratas para reforzar la contención fronteriza, tema en el que los aliados de Donald Trump iniciaron un proceso de juicio político contra el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, líder de la estrategia para reducir las oleadas que no cesan.
Y en México, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) celebró la demanda, pues el Gobierno está en contra de cualquier medida antiinmigrante para detener el flujo migratorio en la frontera que comparten ambas naciones.
