El republicano Donald Trump libró otro round ante los demócratas y evitó la inhabilitación en un segundo impeachment; sin embargo, no esquivó las críticas, provocó una división en el partido y, aunque podría postularse otra vez, ven difícil que llegue al cargo.
Tras la resolución, los académicos Armando Chaguaceda, Montserrat Salomón y Claudia Márquez anticiparon a La Razón un camino difícil para el magnate, pues si bien no fue condenado por el asalto al Capitolio, sí lo fue moralmente por su partido.
Coincidieron en que el efecto Trump podría diluirse si los republicanos toman distancia de él, lo que erosionaría su figura de aquí a 2024.
Para Salomón Ferrer no haberlo condenado por insurrección da un mensaje claro: hubo división en el partido para no perder a los votantes que les aporta, pero que posiblemente ya no lo respaldaría para otro mandato; aunque para sus bases y para los votantes este juicio no lo mermó.
Sin embargo, Chaguaceda consideró que la mayor victoria de Trump es poder participar en otra elección, pues no fue sacrificado por los republicanos ni barrido por la oposición, por lo que adelantó “hay Trump para rato”.
Ante el panorama, Montserrat Salomón dijo que hay otros factores, como su edad (pues llegaría a la campaña de 77 años) y problemas legales.
“La clave está en los innumerables juicios que tiene pendientes”, aseveró en torno a la investigación de fraude fiscal en Nueva York y el caso que abrió Georgia para determinar si violó la ley al presionar al secretario de Estado para hallar los votos suficientes para revertir el resultado electoral.
Advirtió que “si sus enemigos políticos le quieren hacer la vida miserable lo van a tener hasta el último día de su vida en demandas y juzgados y le van quitar proyección política”.
Externó que aunque en su edad representa un impedimento, es posible que coloque a alguno de sus hijos para algún cargo y de esa manera ejercer aun control político; pero considera que con ello perdería fuerza, pues Donald Trump Jr. “no tiene su carisma”.
Chaguaceda abundó que que la “ganancia plena (es su exoneración). Si lanzas el desafío del impeachment y pierdes sale un candidato fortalecido”.
Expresó que con la absolución Trump se victimiza, lo que lo ubica en una buena jugada para ser eventualmente un candidato.
(Hay una) ganancia plena (es su exoneración). Si lanzas el desafío del impeachment y pierdes lo que sale es un candidato fortalecidoARMANDO CHAGUACEDA<br>Politólogo<br>
Incluso, expresó que se encamina para fortalecer las bases trumpistas, pues mostró que tiene las redes y recursos para hacerlo, ya sea con los republicanos, si los chantajea, o con un nuevo partido, al desfondar a éste.
Sobre los intentos del republicano de buscar un nuevo mandato, Márquez afirmó que aunque lo haga “no creo que lo logre”, pues dejó una relación ríspida con el partido y generó una confrontación en el país.
Precisó que su conducta explosiva le puede traer más consecuencias que las que le dejó el impeachment, pues no cuenta con la diplomacia ni la experiencia política para transformar la imagen que dejó con su gestión, sobre todo en los últimos días.
No obstante, comentó “todo puede suceder. Veo lejana (su candidatura); no dudo que lo vaya a intentar, pero dudo que llegue a la presidencia”.
AJUSTES INTERNOS. Los expertos coincidieron en que la división obliga al partido a hacer movimientos pensando electoralmente y en la huella del expresidente. Entre éstos, Chaguaceda contempla un retorno al conservadurismo, para alejarse del populismo de Trump.
Incluso, dijo que el magnate podría contar con más espacio en el partido, gracias a sus bases, y al temor de los republicanos de perder votantes si se desmarca de quien dejó la Casa Blanca el pasado 20 de enero.
Salomón señaló que hay un sector republicano temeroso de quienes apoyan a Trump, pero indicó que el reto del partido es volver a su núcleo y alejarse de etiquetas como extremismo, nacionalismo, racismo y supremacismo blanco.
Recordó que la fisura que dejó Trump se entiende con las voces de Mitt Romney, quien votó en su contra en parte del proceso, y de Mitch McConnell, quien admitió su responsabilidad, pero que el instrumento usado no fue el adecuado para sentenciarlo.
Sin embargo, apuntaron que el movimiento de Trump es fuerte y no va a parar aquí, lo que se verá en el futuro con una lucha interna, entre quienes aún lo apoyan y quienes dejaron de hacerlo el 6 de enero.
Lo veo realmente lejano (su candidatura); no dudo que lo vaya a intentar, pero dudo que llegue a la presidencia.CLAUDIA MÁRQUEZ<br>Internacionalista<br>
Sobre un posible cisma en el partido, Monstserrat Salomón alertó que sería prácticamente imposible en una “democracia tremendamente bipartidista”, pues a ninguno de los partidos les convendría esa división.
Y adelantó que los votantes podrían pasar la factura en las elecciones de medio mandato en 2022, sobre todo por quienes buscan mantener su cargo, pero votaron contra Trump. Y Biden es otro factor que lo puede borrar políticamente si enfrenta con creces su gestión y consigue un proyecto que saque adelante el empleo y la estrategia de salud ante el Covid-19.