Las críticas contra el exlíder estadounidense Donald Trump arrecian ante la cercanía de la elección, pero no sólo se abocan al terreno político, sino otra vez al legal tras ser acusado de agresión sexual.
Aunque el caso no es reciente, el diario The Guardian reveló una denuncia de la exmodelo de trajes de baño Stacey Williams, quien después admitió públicamente que el magnate la “manoseó” sin su consentimiento en una reunión en la Torre Trump en la década de los 90.
Tras la publicación británica, la víctima relató a CNN que todo ocurrió cuando tenía 20 años, periodo en el que salía con el empresario Jeffrey Epstein, quien años después se supo era un depredador sexual y murió en prisión en 2019.
En entrevista con la cadena estadounidense sostuvo la acusación y detalló que junto a su entonces novio visitó a Donald Trump en uno de sus edificios en Nueva York, momento en que éste “me atrajo hacia él y sus manos estaban sobre mí y no se apartaban”; episodio que admitió la paralizó, pues no tuvo reacción ante un hombre casi dos décadas mayor y cuyas manos no dejaban de tocar su pecho, caderas y trasero de manera insistente frente a su novio.
(Sus) manos comenzaron a moverse y estaban, ya sabes, a losStacey Williams, Exmodelo y víctima de agresión sexual
costados de mis pechos, en mis caderas, de vuelta a mi trasero, de vuelta a arriba (…) estuvieron sobre mí todo el tiempo
Al recordar el hecho, Stacey Williams agregó que el ahora político pareció presumir su conducta ante Epstein, mientras ella buscaba zafarse, sin saber ni de qué estaban platicando, pues sólo podía pensar en el hombre que la agredía sexualmente y quien, recordó, poco después le envió una postal de Palm Beach y le decía que ése sería su “segundo hogar”, hecho que también comentó ante el movimiento Sobrevivientes por Kamala, al llamar a no respaldar a alguien como él.
Sin embargo, hasta el cierre de esta edición el republicano no se pronunció ni para desmentir a la mujer de ahora 56 años, mientras que su campaña rechazó la implicación, que tachó de “falsa”, tal como lo han hecho en otros casos, incluyendo la acusación de la escritora E. Jean Carroll y que llegó a juicio, mismo que perdió el empresario Donald Trump el año pasado.
El mismo día, la campaña de Kamala Harris lo tachó de “dictador” por la amenaza al fiscal especial Jack Smith, quien insiste en llevar al conservador a juicio.
Trump retornó a su retórica política al amagar con despedir al abogado en sólo “dos segundos” si gana el próximo 5 de noviembre, pues recalcó que éste es un funcionario deshonesto y nadie impugnaría la decisión, al insistir que es un “matón”, por ser la figura con la que los demócratas buscan alejarlo de un posible segundo mandato.
Tras la declaración, aliados de la vicepresidenta advirtieron sobre ese comportamiento volátil al sostener que cada una de las amenazas y dichos que Trump lanza contra sus críticos, a quienes repetidamente tilda de “enemigos”, demuestran que si vuelve al poder en 2025 “gobernará como un dictador”.