El expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández fue sentenciado a 45 años de prisión por narcotráfico al librar la pena máxima que pedían los fiscales de Manhattan, Estados Unidos.
Pese a defender su inocencia, dos años después de ser arrestado en Tegucigalpa un juez definió su destino.
El político estará hasta los 100 años tras las rejas al recapitular que traficó toneladas de cocaína de Centroamérica a EU al usar a corporaciones policiales para sus intereses, portar armas ilegales y recibir sobornos del crimen, como del Cártel de Sinaloa del mexicano Joaquín El Chapo Guzmán también peso en EU.
Sin embargo, no se definió a qué prisión será trasladado el hombre que fue visto ayer caminando con ayuda de un bastón, decisión que se conocerá hasta dentro de cuatro meses.
Y destaca que evitó una cadena de muerte, pues la fiscalía promovió ésta al insistir que al tener un narco Estado abonó a uno de los principales problemas de la potencia, en donde su hermano menor Tony Hernández también cumple sentencia por cargos similares.
La caída de Juan Orlando Hernández contrasta con su papel de importante aliado de Washington, pues recibió más de 50 millones de dólares en asistencia antidrogas, seguridad y militar y en 2019, su entonces homólogo estadounidense, Donald Trump, agradeció su cooperación en la lucha contra el narco, pero tiempo después su nombre salió a relucir en varias investigaciones.
