Adiós a Desmond Tutu, la "conciencia" de Sudáfrica

El líder antiapartheid y Premio Nobel de la Paz de Sudáfrica Desmond Tutu falleció a los 90 años, dejando un legado de una Sudáfrica libre y justa, resaltó el presidente Cyril Ramaphosa, lo que provocó decenas de reacciones en la comunidad religiosa, política y social.

Luego de varias hospitalizaciones a causa de infecciones por su tratamiento contra el cáncer de próstata, contra el que luchó desde 1997, el gobierno africano, que lo calificó como un patriota, confirmó el deceso del arzobispo emérito de 90 años y de espíritu combativo en el Oasis Frail Care Center en Ciudad del Cabo. En tanto, su portavoz, Roger Friedman, detalló que el religioso reconocido como la “conciencia” de Sudáfrica y una de las mayores voces por la igualdad racial murió pacíficamente, luego de complicaciones médicas.

Su histórica lucha para romper con un régimen de minoría blanca que gobernó con la opresión hacia la mayoría negra, mismo que denominó como “sistema maligno”, le valió uno de los mayores lutos en el país, casi al nivel de Nelson Mandela —primer presidente negro de la nación—, pues según medios locales la despedida del apóstol antirracista se extenderá siete días en Ciudad del Cabo, pues se esperan misas y ceremonias antes del entierro.

Tutu, quien por cuestiones económicas no pudo estudiar medicina y optó por la docencia, es recordado como la cara de un movimiento que luchó incansablemente por la libertad y contra el sectarismo. Desde su juventud se inclinó por estos tema luego de que el gobierno relegó a alumnos de raza negra a escuelas de segunda categoría al priorizar a los blancos. Así se unió al sacerdocio inspirado por un obispo blanco Trevor Huddleston, quien le dejó una lección importante en la igualdad y el respeto racial al formarse en el King’s College de Londres, Gran Bretaña.

Con esta formación, el clérigo regresó a Sudáfrica en donde se convirtió en líder racial y de la no violencia, al dar protección a organizaciones antiapartheid.

Durante sus años de activista sostuvo que su fe lo empujó a proteger a los desamparados y oprimidos para convertir al país en un paradigma mundial y en 1984 fue reconocido con el Premio Nobel de la Paz, pese a campañas de desprestigio del sistema que criticó.

Luego del legado que llevó a que el país tuviera a su primer mandatario de raza negra, justo en la gestión de Mandela, presidió la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, momento cumbre que lo llevó a ser catalogado como el sanador histórico, al abrir un periodo para reconocer las graves violaciones a derechos humanos, dando paso a la compensación de víctimas, aunque familiares de éstas rechazaron que no se condenara al régimen culpable de esos crímenes y hasta se les diera amnistía.

Esa batalla racial también le generó diferencias con el Congreso Nacional Africano —que lleva dos décadas en el poder— y líderes en las últimas décadas, lo que recuerda una frase emblemática “no quiero ir a la cárcel (…) pero si voy a ir a la cárcel por predicar el evangelio de nuestro Señor Jesucristo, que así sea”, y en 2013 detonó su exclusión del funeral de Mandela. Además, en los últimos años resaltó por su férrea defensa de los derechos de la comunidad lésbico-gay (LGBTI), al rechazar legislaciones homofóbicas en el continente como en Uganda, y la muerte asistida.

Reconocen legado. Luego de la confirmación de su muerte, líderes y presidentes, como la reina Isabel II y Joe Biden, de Estados Unidos, y Andrés Manuel López Obrador, de México, destacaron su trayectoria por la defensa de los derechos humanos en tiempos en que esa lucha no era tan aplaudida.

La monarca británica, quien recordó a Tutu como un “campeón incansable de los derechos humanos”, aseveró que su pérdida afecta de igual forma a Sudáfrica que a Gran Bretaña; mientras que su primer ministro, Boris Johnson, dijo que su liderazgo espiritual lo llevó a convertirse en figura crítica.

En tanto, Biden admitió que es una partida que lo afecta fuertemente pues era un “verdadero siervo de Dios”. También en redes sociales se pronunció el exmandatario de EU Barack Obama, quien resaltó que su mejor legado fue “la voluntad de encontrar la humanidad de sus adversarios”.

Asimismo, López Obrador aplaudió su lucha junto a Mandela al destacar una de sus frases emblemáticas “si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor”.

El sector religioso también externó sus condolencias y el Papa Francisco admitió el pesar que le causa la muerte de una voz importante en la lucha racial.