Mientras varias autoridades investigan al expresidente Donald Trump, agentes del Buró Federal de Investigación (FBI) registraron su residencia en Mar-A-Lago en busca de documentos presidenciales clasificados.
Fue el propio republicano, quien no estaba en la residencia, el que denunció el acoso de los investigadores en su vivienda, en Palm Beach, Florida, pues ésta se encontraba “sitiada, allanada y ocupada” sin previo aviso o alguna información a sus abogados.
En un comunicado a CNN, el primero en reportar el allanamiento, Trump relató que los uniformados ingresaron a su casa, su club y otras oficinas, lo que calificó como una advertencia de que “éstos son tiempos oscuros para la nación”, pues es la primera vez que la agencia allana la vivienda de un exmandatario, hecho para el que el FBI sí presentó una orden oficial, misma que fue autorizada por un tribunal. Incluso, este medio indicó que el aludido estaba en Nueva York al momento de que las autoridades ejecutaron esta orden.
De acuerdo con información del New York Times, los investigadores se dirigieron directamente a la caja fuerte de Trump durante el cateo, lo que recuerda testimonios de asesores de que información confidencial fue eliminada o llevada desde la Casa Blanca a su residencia, esto a casi medio año de que la Administración Nacional de Archivos y Registros de EU recuperara 15 cajas de material confidencial, hecho que notificó al Congreso.
El mismo Trump, quien se retiró a esta residencia al dejar la Casa Blanca, confirmó esa versión al detallar que en la redada “irrumpieron en mi caja fuerte”, aunque no ofreció detalles sobre qué buscaban o qué se llevaron, luego de participar en el evento de nominación de la senadora republicana Leora Levy.
Presumiblemente, la presencia de los agentes del FBI está relacionada con información que el republicano, quien podría postularse nuevamente para la presidencia de EU, escondió sobre su gestión, lo que apunta a ocultamiento de datos clasificados o alguna irregularidad durante su gestión.
Cabe destacar que actualmente hay varias indagatorias contra el mandatario, como su presunta participación en la insurrección en el Capitolio. Hecho por el que un comité legislativo ha realizado varias audiencias públicas y recabado miles de testimonios sobre su relación con los incidentes ocurridos el 6 de enero del 2021 para determinar si se le puede imputar responsabilidad penal, luego de librar dos impeachment.
Sin embargo, el Departamento de Justicia no respondió a cuestionamientos de la prensa sobre si estarían detrás de estas acciones, luego de que legisladores señalaran que hay evidencia para acusar a Trump de orquestar la insurrección, en la que una turba de ultranacionalistas y simpatizantes interrumpió la certificación del presidente Joe Biden.
En tanto, un fiscal de Washington lo tiene en la mira por presentar listas de falsos electores en su intento por revertir el resultado de las elecciones presidenciales en las que Biden lo derrotó en 2020, hecho por el que investigadores han revisado comunicaciones entre ciudadanos o asesores del mandatario con empleados federales, a los que presionó para buscar miles de votos que le hacían falta para la reelección que no llegó.
Además, autoridades de Nueva York también lo investigaron por presunto fraude a través de las empresas familiares, expediente por el que se enfrascó en una disputa con la fiscal estatal, Letitia James, pues Trump rechazó que él o sus hijos rindieran declaración, mientras que la funcionaria advirtió que él ya no goza de privilegios y debía pagar por posibles delitos.
- El dato: Fiscales del Departamento de Justicia pidieron en mayo pasado acceso a la indagatoria del Congreso, pero el líder del grupo investigador respondió que no se lo darían.
