El expresidente de Estados Unidos Donald Trump recibió un nuevo revés, pues a 24 horas de que su residencia de Mar-a-Lago fuera cateada y se recuperan varias cajas de archivos, una corte de apelaciones dio luz verde al Congreso para revisar sus impuestos, pero el magnate mantiene la mira en 2024.
En medio de la polémica que Trump ve como un intento de obstaculizar su nueva candidatura presidencial, el diario Wall Street Journal reveló que la agencia decomisó 10 unidades con documentos clasificados, lo que representa dos terceras partes del total que rastrean los investigadores, por presunto manejo irregular u ocultamiento.
Sin embargo, se desconoce de qué tipo de información se trata.
Previo a esta revelación, se reportó que el mandatario sufrió un revés legal cuando tres jueces de Columbia garantizaron al Comité de Medios y Árbitros del Congreso acceso a las declaraciones fiscales, pese a que el magnate ha intentado impedirlo, luego de que el ala demócrata demandó, aún en su gestión, verificar datos del periodo 2015-2020.
La acción, que aún podría ser apelada, representa una victoria para los demócratas sobre el expresidente, quien busca volver a la Casa Blanca, pues funcionarios de su era admiten que no hay obstáculos y el Departamento del Tesoro debe proporcionarlas, pues se rechazaron los argumentos de inconstitucionalidad y hasta persecución.
En medio de los reclamos y choques entre republicanos y demócratas por esta acción sin precedentes, Trump usó la supuesta venganza política en su contra como un impulso para una campaña que debe iniciar dentro de dos años, y de la que algunos aliados aún tienen reservas.
A través de su plataforma Truth Social, advirtió que no lo doblegarán, rememorando discursos previos, pues “no hay montaña que no podamos escalar (...) no hay desafío que no podamos afrontar”. En la grabación de tres minutos se lanzó contra la gestión de Joe Biden al afirmar que convirtió a EU en un chiste al llevarlo al peor declive, en referencia a su falta de acción ante la lucha Covid, la guerra en Ucrania, el crecimiento de China, entre otros temas.
Además, en las últimas horas el panorama político se convirtió en un cruce de acusaciones y especulaciones entre partidos, pues ante la falta de información sus allegados cuestionan de dónde provino la autorización para inspeccionar y llevarse documentos ligados al gobierno.
Al respecto, líderes del Partido Republicano arreciaron el reclamo al advertir que están preparados para responder y apuntan contra el fiscal Merrick Garland, a quien culpan por la “intrusión” en Mar-a-Lago, en donde se rastreó información confidencial, según confirmó el menor de los hijos del magnate, Eric Trump.
Los aliados coincidieron en que se trata de un desafío sin precedentes al sostener que nunca antes una agencia había allanado la casa de un expresidente, en referencia a la movilización del pasado 8 de agosto en la residencia del señalado como orquestador de la insurrección del 2021 en el Capitolio.
El líder de la minoría en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, aseveró que abrirán una investigación contra del fiscal y el Departamento, luego de que legisladores y gobernadores acusaran que la justicia se usa contra rivales políticos.
Al advertir que en noviembre próximo podrían recuperar la mayoría en el Congreso,
McCarthy dijo que no descartan crear un comité especial por estas hostilidades, hecho que respaldó el gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien recriminó la escalada de las agencias contra oponentes.
Incluso, el exvicepresidente de Trump, Mike Pence, salió en defensa del exmandatario y denunció la politización de esta supuesta búsqueda de información sacada de la Casa Blanca. Quien fuera puesto en riesgo en el asalto al Capitolio, recordó que en la gestión de Trump se detectó que el FBI actuó por motivos políticos.
En contraste, del lado demócrata aplaudieron las acciones y afirmaron que la indagatoria arrojará información clave sobre el manejo y ocultamiento de datos, mismos que podrían evidenciar irregularidades de Trump.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, aseveró que estas acciones demuestran que en el país no hay nadie por encima de la ley, sin entrar en detalles sobre la redada, y hasta le recordó a Trump y a los que critican estas acciones que el actual director de la agencia, Christopher Wray, fue elegido y reconocido por él.
Por separado el gobierno se deslindó de la supuesta persecución, pues la Casa Blanca reveló que el presidente, Joe Biden, se enteró del allanamiento a través de los medios, rechazando cualquier relación con esta autorización. “No tuvimos aviso previo”, refirió la vocera, Karina Jean-Pierre.
Mientras que el Departamento de Justicia se mantiene en silencio, ni Garland ni su vocera, Dena Iverson, han hablado sobre el tema, pese a la insistencia de la prensa y las exigencias de republicanos. Estos últimos urgen aclarar la polémica, pues aseguran que si en tal indagatoria no hay un caso relevante será claro que se trató de una venganza. Y solicitaron la comparecencia de Garland y Wray en el Congreso.