El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, compareció ayer en un tribunal federal de Florida para pedirle a una jueza que posponga su juicio penal por cargos de mal manejo de documentos clasificados hasta el momento más intenso de la campaña presidencial, sin que la juzgadora indicara qué fecha fijaría.
El favorito para la nominación republicana observó cómo sus abogados le decían a la jueza de distrito, Aileen Cannon, nombrada por él, que el juicio debería posponerse del 20 de mayo al 12 de agosto, lo que lo tendría ante el tribunal en las semanas previas a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
Los fiscales federales dijeron que el juicio debería comenzar el 8 de julio, apenas una semana antes de la convención republicana, donde se espera que Trump sea nombrado abanderado de su partido.
El exmandatario ha tratado de retrasar sus cuatro juicios penales mientras hace campaña para la Presidencia. Si ganara, estaría en condiciones de cerrar este caso y otro que se presentó bajo la ley federal. Sus abogados alegan que no puede tener un juicio justo mientras se postula. “Seguimos creyendo firmemente que un juicio que se lleva a cabo antes de las elecciones es un error y no debería ocurrir”, dijo a Cannon el abogado de Trump, Todd Blanche.
El fiscal federal Jay Bratt dijo que el inicio del juicio en agosto, propuesto por los abogados de Trump, equivalía a una “fecha falsa”, destinada a interferir con dos de los otros casos penales que podrían ir a juicio durante ese tiempo.
Añadió que un juicio en verano no entraría en conflicto con una política del Departamento de Justicia que prohíbe a los fiscales presentar cargos contra figuras políticas poco antes de una elección.