La lucha contra la inflación en Estados Unidos “hará sufrir a las familias y las empresas”, pero renunciar sería mucho peor para la economía, advirtió el viernes el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell.
En una declaración durante la conferencia anual de banqueros centrales de Jackson Hole, Wyomin, dijo que la Fed utilizará “vigorosamente todas sus herramientas” para combatir el alza de precios, a través de la subida de tasas de interés.
Además, sostuvo que volver a la estabilidad de precios “tomará tiempo” e implicará “un largo período de crecimiento más débil” y un debilitamiento del mercado laboral.
“Es probable que la reducción de la inflación requiera un periodo sostenido de crecimiento por debajo de la tendencia. Además, es muy probable que las condiciones del mercado laboral se debiliten.
“Aunque unas tasas de interés más altas, un crecimiento más lento y unas condiciones del mercado laboral más débiles reducirán la inflación, también supondrán cierto dolor para los hogares y las empresas. Estos son los costos indeseados de reducir la inflación. Pero no restaurar la estabilidad de los precios traería problemas mucho mayores”, añadió.
Aunque (…) reducirán la inflación, también supondrán cierto dolor para los hogares y las empresas. Estos son los costos indeseados de reducir la inflación. Pero no restaurar la estabilidad de los precios traería problemas mucho mayoresJerome Powell, Presidente de la Reserva Federal
Los inversores esperaban una señal de Powell de que la Fed moderaría próximamente sus aumentos de las tasas de interés si la inflación seguía dando muestras de bajar. Pero el titular de la Fed indicó que ese momento no estaría cercano.
Los aumentos desenfrenados de los precios han disgustado a la mayoría de los estadounidenses, a pesar de que al mismo tiempo los niveles de desempleo han caído al 3.5 por ciento, el nivel más bajo del último medio siglo. También han significado un riesgo político para el presidente Joe Biden y los legisladores demócratas en las elecciones de noviembre.
Los republicanos dicen que el paquete de apoyo financiero de Biden de 1.9 billones de dólares, aprobado el año pasado, impulsó la inflación.
Las declaraciones de Powell sugieren que la Fed apunta a elevar su tasa de referencia —a entre 3.75 y cuatro por ciento el año próximo—, pero no tanto como para provocar el derrumbe de la economía, con la esperanza de frenar el crecimiento lo suficiente para vencer a la inflación.
Algunos en Wall Street prevén una recesión económica en los próximos meses o a principios del año entrante, la que llevaría a la Fed a reducir las tasas.
Las declaraciones de Powell provocaron caída de las acciones y aumento del rendimiento de los bonos del Tesoro, señal de que los inversores prevén grandes aumentos de las tasas. El promedio industrial Dow Jones se hundió más de mil puntos después de que el presidente de la Fed, frustrara las esperanzas de Wall Street de que pronto podrían bajar las tasas interés que ha elevado con el fin de controlar la inflación.
Por su parte, el S&P 500 perdió 3.4 por ciento, su mayor caída desde mediados de junio. El Dow cayó tres por ciento y el compuesto Nasdaq terminó con una baja de 3.9 por ciento, reflejando una venta generalizada de títulos liderada por los valores tecnológicos.