El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ratificó su liderazgo, pero tras más de 20 años en el poder éste no fue suficiente y volverá a las urnas para enfrentar al opositor Kemal Kilicdaroglu en una segunda vuelta.
Tal como anticipaban agencias y medios locales, el aliado de Vladimir Putin encaró uno de los desafíos más complicados desde que llegó al gobierno en 2002 —que incluye su periodo como primer ministro— y a sólo tres meses de los terremotos más devastadores en la zona que mataron a más de 50 mil. En la jornada de ayer cerró con 49.4 por ciento del voto sobre 45.0 por ciento de la preferencia para el Partido Republicano del Pueblo (CHP) y cinco fuerzas más, a falta de contabilizar hasta tres por ciento de los sufragios emitidos.
Ante la incertidumbre, ambos aspirantes se declararon vencedores en espera de la confirmación, pero se dijeron dispuestos a definir la contienda en una segunda vuelta, alardeando que derrotarán al adversario.
En medio de la duda y choques entre partidos, que incluso golpearon a la moneda al registrar su peor nivel desde marzo, Erdogan salió al balcón de la sede partidista a garantizar a su pueblo que retendrá el poder. Sostuvo que lidera por amplio margen, pese a que en cuestión de horas vio cómo se diluyó esa ventaja.
Y es que a media jornada superaba por casi 10 puntos porcentuales a Kilicdaroglu, pero con el avance del recuento presidencial la Agencia Anadolu la distancia se fue estrechando.
Pero ello no lo debilitó y desde el balcón partidista, el presidente sostuvo que el pueblo le dará la razón ya sea esta semana, con el resultado oficial, o hasta el próximo 28 de mayo, cuando se defina la contienda, aunque ésta podría sacarlo del gobierno luego de dos décadas; respaldado por sus simpatizantes resaltó que la diferencia en votos es de más de dos millones, la que ratificará a finales de mes con la ventaja de que su alianza política aseguró la mayoría en el Parlamento, al quedarse con 324 de los 600 escaños en disputa, luego de que sus aliados resaltaron que la nación “espera a su líder”.
Erdogan sentenció a sus rivales que en esta contienda sólo puede ganar el pueblo y que respetará la voluntad, confiando en que vencerá a Kilicdaroglu.
Pero su adversario político también se declaró vencedor al afirmar que quien aún sigue en el gobierno se aferra a éste y hasta intenta “bloquear la voluntad turca”, pues el resultado de ayer no era el que esperaba Erdogan.
Aseveró que en esta jornada Turquía le dio la espalda a un régimen que lleva años y ahora le da la batuta para encaminar a la nación en la ruta de la “democracia”, como se comprometió nuevamente al acudir a votar en Ankara.
Ante cientos de votantes, refrendó que en estas elecciones ganará la voluntad del pueblo al asestar a su rival que en la segunda vuelta será el único vencedor, tras las claras anomalías detectadas en Ankara y Estambul, según declaraciones recogidas por Al Jazeera.
Su partido denunció más de mil irregularidades, incluyendo el voto extranjero, luego de acusar al gobierno de controlar y retrasar el resultado para alterarlo, pues éste inició en las zonas bastiones para darle la ventaja. Al respecto, el alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, expuso ante la prensa que no se contabilizaron alrededor de 7.5 millones de sufragios, los que, dijo, le darían a Kilicdaroglu el margen para definirlo esta semana.
El resultado lo contradijo la agencia opositora al apuntar que desde un principio manejó cifras más cerradas que las aportadas inicialmente por Andalou.
Además, el también aspirante presidencial Sinan Ogan, quien sólo alcanzó 5.3 por ciento de la preferencia, se sumó a las quejas por anomalías en la cita electoral al revelar que se identificaron “manipulaciones” en los votos provenientes del extranjero, con lo que parece respaldar al opositor, pues destaca que su apoyo a alguno de los candidatos será clave de cara a un segundo encuentro.
