La isla de Maui fue devastada por los peores incendios que ha vivido Hawái con un saldo de 53 muertos, 271 estructuras dañadas y unos 15 mil residentes sin suministro eléctrico.
Tras dos días de lucha para sofocar las llamas que comenzaron en la región de Lahaina, las escenas de la emergencia siguen acaparando la televisión y redes sociales con residentes huyendo del fuego incluso en el agua, casas y vehículos calcinados y la destrucción de lugares emblemáticos, como el centro donde está el histórico árbol de banyan, el más grande de este tipo en el país, que temen no se recupere, aunque sigue en pie.
Autoridades admitieron que aún es imposible poner fin a las intensas llamas, pues debido a los fuertes vientos a causa del huracán Dora, avanzan sin control en diferentes direcciones y hay sitios en los que aún no tienen acceso.
Y el fuego sigue consumiendo cuanta estructura se topa a su paso, pues los residentes comparten fotos de edificios reducidos a metales retorcidos y cenizas.
Por ello, el gobierno acelera las evacuaciones de turistas vía terrestre y aérea, ante el temor de que la cifra de decesos siga escalando rápidamente, pues ya no bastan los centros de evacuación y en sólo 24 horas aumentó más de 700 por ciento la cifra de víctimas letales al pasar de seis a más de medio centenar, mientras que el presidente Joe Biden declaró emergencia para garantizar la ayuda para combatir estos incendios que siguen acabando con grandes áreas urbanas.
Según un comunicado, la Casa Blanca estima que la región requiera un fuerte impulso ante la crisis, pues decenas de personas lo perdieron todo y todavía no concluye la emergencia. Asimismo, se reportó que el presidente se comunicó con el gobernador Josh Green para mostrar su compromiso con la región, que suspendió todo trabajo hasta el próximo 13 de agosto, y éste anticipó que la reconstrucción de la entidad costará miles de millones de dólares.
