Con 10 puntos de ventaja sobre su rival izquierdista Fernando Haddad, el exmilitar de ultraderecha, Jair Bolsonaro, se convirtió en el próximo presidente de Brasil, tal como lo pronosticaron todos los sondeos con miras a la segunda vuelta, que resultó ser un mero trámite para concretar las aspiraciones del conservador Partido Social Liberal (PSL), que terminó por sepultar a la fuerza política del expresidente Luiz Inàcio Lula da Silva, el Partido de los Trabajadores.
Al cierre de edición y con 99 por ciento de los votos escrutados, Bolsonaro cantaba su victoria con 55.1 por ciento de los votos, frente al 44.8 que obtuvo el candidato sustituto de Lula; el ganador se llevó unos 57 millones 796 mil 972 votos, contra los 47 millones 38 mil 792 de Haddad.
La decisión brasileña constituye el cambio más radical desde que se restableció la democracia, hace más de 30 años, la misma que ha exaltado el futuro presidente Bolsonaro, al amenazar con destruir, encarcelar o exiliar a sus opositores políticos.
Jair Bolsonaro
Partido:Social Liberal
Edad: 63 años
Casado: Con Michelle Bolsonaro
Cargos: Diputado federal desde 1991. Militar de reserva
La victoria anunciada aprovechó el profundo rechazo que la gran mayoría de los brasileños sentía hacia la corrupción desmantelada que destituyó a la presidenta Dilma Rousseff y que sentenció a 12 años de prisión al expresidente Lula da Silva.
Fiel a la dinámica que guió su campaña desde que recibió una puñalada en el abdomen, durante su participación en un acto proselitista, Bolsonaro dio su primer mensaje tras el triunfo a través de Facebook.
“Alguien sin un gran partido, con la gran parte de los grandes medios todo el tiempo criticando, poniéndome en una situación muchas veces vejatoria”.
“Hemos sido declarados vencedores. Lo que más quiero es, siguiendo las enseñanzas de Dios, al lado de la Constitución brasileña, inspirándome en grandes líderes mundiales y con una buena asesoría técnica y profesional exenta de indicaciones políticas de praxis, comenzar a hacer un gobierno a la derecha desde el año que viene, que realmente pueda colocar a nuestro Brasil en un lugar destacado. Tenemos todo, todo, para ser una gran nación”, declaró.
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Al tomar las riendas del país más grande de América Latina, Bolsonaro orientará a los brasileños más a la derecha que cualquier otro gobierno de la región, donde de manera reciente, los votantes han virado al lado conservador después de marchar con administraciones de izquierda, es el caso de Argentina, Chile, Perú y Ecuador.
Y en el mismo sentido se une a varios políticos de extrema derecha que se han hecho del poder, como el viceprimer ministro de Italia, Matteo Salvini, y el primer ministro Viktor Orbán, de Hungría, o el propio presidente de EU, Donald Trump.
EL RETO DE GOBERNAR UNA NACIÓN DIVIDIDA. Para Alejandra Latapi, quien desempeñó como Consejera de Asuntos Culturales y Educativos de la Embajada de México en Brasil, las medidas de cambio radical que pretende aplicar Jair Bolsonaro no podrían aplicarse de inmediato teniendo a un país tan dividido como el que dejó el proceso electoral de 2018.
“Veo difícil que inmediatamente se pueda poner en marcha la ejecución de las promesas de campaña porque Bolsonaro tiene al país muy dividido, el costo social sería alto”.
En entrevista con La Razón, Latapi habló de la capacidad de movilización que tuvieron sectores como el de las mujeres, los jóvenes, sobre todo los universitarios, incluso algunos de los más ricos, que ayudaron a reducir la ventaja que tenía el ultraderechista sobre Fernando Haddad.
“Hubo un giro entre jóvenes educados, algunos ricos, las mujeres, los pobres que viven en el nordeste y las minorías que pidieran ver anulados sus derechos, que pudieron dar la vuelta a los resultados” y que, si bien no les alcanzó el tiempo para hacerlo, son una presencia importante para el gobierno que está por iniciar.
Sin embargo, desde el punto de vista institucional, señala Latapi, hay “un riesgo altísimo” de volver a “un ejercicio duro del poder con las fuerzas armadas” por el apoyo que su partido, “que antes no era nada” logró en la Cámara de Diputados.
“Las nuevas medidas tendrían algún apoyo, quedan expuestos los avances sobre derechos sociales de los últimos 30 años, de final de la dictadura a la fecha”.
El dato: 14 Estados renovaron gobernador
La periodista indica que el ángulo brasileño en política exterior es incierto.
“Brasil tenía un liderazgo que se vio debilitado; el esfuerzo que hizo el Brasil de Lula con los africanos también se vio debilitado, todo esto cuando se exhibe la corrupción de Odebrecht”, apuntó.
Haddad, en la derrota, pide no tener miedo
Tras su derrota, el candidato del PT, Fernando Haddad, afirmó que, desde la oposición, velará para que se respete a la parte de la población que no concuerda con las ideas del presidente electo.
“Tuvimos más de 46 millones de votos, representamos a una parte expresiva de la población brasileña, que necesita ser respetada”, afirmó el candidato que sustituyó al imposibilitado expresidente Luiz Inàcio Lula da Silva.
“Una gran parte de la población diverge de la mayoría y merece respeto”, agregó Haddad.
El académico dijo que respetará el resultado pero se abstuvo de felicitar a su rival.
Agregó que pese a que asumirá el deber de ejercer la oposición, la formación liderada por Lula actuará colocando el interés de todos los brasileños por encima de todo.
“No tengan miedo, no dejaremos el país atrás. Defenderemos nuestro punto de vista respetando la democracia, especialmente por lo que está en juego”.
Aseguró que durante la campaña se cruzó con miles de electores que estaban angustiados ante la eventual victoria electoral de Bolsonaro.
El ahijado político de Lula dijo que el PT no dejará de luchar por el fortalecimiento de las instituciones hasta las próximas elecciones.