Las autoridades electorales venezolanas anunciaron el domingo la aprobación de las cinco preguntas de un referendo convocado por el gobierno del presidente Nicolás Maduro y sus aliados para reclamar soberanía sobre una gran franja de la vecina Guyana, argumentando que el territorio rico en petróleo y minerales fue robado cuando se trazó la frontera hace más de un siglo.
Guyana considera que el referendo es un paso hacia la anexión y que la votación tiene nerviosos a sus habitantes.
En la consulta se preguntaba a los venezolanos si apoyaban el establecimiento de un nuevo estado en el territorio en disputa, conocido como Esequibo, en el cual Venezuela otorgará ciudadanía a los residentes actuales y futuros, rechazando a la jurisdicción del máximo tribunal de Naciones Unidas para resolver el desacuerdo entre los dos países sudamericanos.
No está claro cómo pretenden las autoridades venezolanas concretar esa idea de ejercer jurisdicción sobre ese territorio una vez lo declare parte de Venezuela, actualmente conformada por 23 estados y un distrito capital.
Pese a que en los comicios la concurrencia de electores pareció muy escasa, Elvis Amoroso, presidente de la directiva del Consejo Nacional Electoral (CNE), indicó que en los comicios se escrutaron 10.554.320 votos, sin contar aquellos que fueron emitidos durante una prórroga de dos horas de la votación.
Fue “una evidente y abrumadora victoria del Si”, añadió Amoroso, un exlegislador oficialista y cercano colaborador de Maduro.
En centros de votación de la capital venezolana se podían ver filas de 30 personas y en algunos de ellos los electores pasaban directo a las mesas vacías, en contraste de otros procesos cuando desde las primeras horas de la mañana cientos de personas se aglomeraban para sufragar.
En una declaración previa a la hora de cierre de los centros de votación, prevista originalmente para las 6:00 de la tarde (2200 GMT), Amoroso indicó que la decisión de prorrogar se fue una consecuencia de ”la participación masiva que hemos visto”.
En contraste, Ángela Albornoz, de 62 años, integrante de las organizaciones de base del partido gobernante conocidas como “jefes y jefas de comunidad”, dijo que calculaba que entre 23% y 24%, del total de electores acudieron a su centro de votación en el oeste de Caracas. Esa cifra de participación está por debajo de sus expectativas para un proceso que convocó a todos los venezolanos, “sin importar el color” político.
Seguidamente, en un acto acompañado de sus seguidores Maduro celebró los resultados y afirmó que se trata de “un referendo histórico que ha puesto de pie a Venezuela” y ahora toca “lograr recuperar lo que nos dejaron los libertadores, la Guayana Esequiba”.
El gobernante invitó a los venezolanos a "unir todo lo que se pueda unir”.
Las implicaciones prácticas y jurídicas del referendo siguen sin estar claras.
El presidente de Guyana, Mohamed Irfaan Ali, reconoció el domingo que muchos guyaneses ven con recelo el referendo y en un mensaje a la nación trató de calmarlos.
Afirmó que “no tienen nada que temer en las próximas horas, días y meses”. Añadió que Guyana está utilizando la diplomacia como su “primera línea de defensa” y está trabajando continuamente para garantizar que sus “fronteras permanezcan intactas”.
“No voy a entrar en la política interna de Venezuela ni en su formulación de políticas, pero quiero advertir a Venezuela que esta es una oportunidad para que demuestren madurez, una oportunidad para que demuestren responsabilidad, y los convocamos. una vez más para unirse a nosotros para... permitir que el estado de derecho funcione y determine el resultado de esta controversia”, acotó Ali.
Venezuela y Guyana se disputan el denominado Esequibo, un territorio continental de unos 159.500 kilómetros cuadrados (61.600 millas cuadradas), que los venezolanos reclaman como suyo desde 1897, puesto que esa región estaba bajo su jurisdicción durante la colonia española.
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Leo