El presidente de Colombia, Gustavo Petro, sacudió por segunda vez a su gabinete al hacer siete cambios a menos de un año de llegar al Poder, tras el fracaso de la reforma de salud en el Congreso, que pretendía rebajar la participación privada.
Horas después de pedir la renuncia a sus ministros, el izquierdista renovó gran parte de las carteras al referir que era necesario para retomar la ruta por el cambio por el que votó el pueblo en el 2021 y “consolidar el programa de gobierno”.
Entre los ajustes destacan Salud, liderado por Carolina Corcho, y Hacienda, a cargo de José Antonio Ocampo, que pasan a manos de Guillermo Jaramillo y Ricardo Bonilla, respectivamente. Pero la sacudida también alcanzó a Interior, Agricultura, Ciencia, Transporte y Tecnologías de la Información.
Ante las críticas, Petro asestó que su gestión mantendrá su proyecto previsto, pues descartó que las diferencias afecten al gobierno, lo que implica que alistaría alternativas para renovar al sector sanitario, pese al tropiezo de esta semana.
Pues en el pasado no hubo trabas para aprobar reformas como la tributaria; no obstante, con esta respuesta inmediata a un revés legislativo evidenció roces con aliados, pues fueron los partidos de coalición, Liberal, Conservador y de la U, los que rechazaron su propuesta de “pacto social”. Con ello, busca afianzar temas pendientes, pues prevé modificaciones laborales y al sistema de pensiones.
Al respecto, opositores advirtieron que esta acción, dos meses después de un ajuste similar cuando sacó a los titulares de Educación, Cultura y Deportes, sólo aumentará la incertidumbre ante una economía complicada.
El exmandatario Juan Manuel Santos incluso habló de ese escenario y apuntó en entrevista con Blu Radio que ajustes constantes reflejan que no hay avances; pero aliados minimizaron los cambios al defender el proyecto de Petro y hasta desmintieron una posible crisis política.
