Una familia de ocho integrantes fue hallada muerta en una vivienda de Oklahoma, Estados Unidos, luego de un incendio aparentemente provocado por los padres.
Tras el hallazgo de los cuerpos de dos adultos y seis niños de entre uno y 13 años de edad el pasado 28 de octubre, las autoridades revelaron que se investigan, pues aún no se determina la causa de muerte, pues aparentemente el deceso no ocurrió por quemaduras ni por intoxicación al inhalar el humo.
Por lo anterior, las autoridades sospechan que se trató de un homicidio-suicidio ejecutado por uno o los dos padres, identificados como Brian y Brittney Nelson, aseveró el jefe de la Policía de Broken Arrow, Brandon Berryhill, en conferencia de prensa, al precisar que se hallaron varias armas en la casa, pero no se específico cuántas ni cuáles son.
Incluso, se precisó que los cuerpos de la pareja se encontraban en una misma habitación, con algunas lesiones, mientras que los cadáveres de sus hijos fueron localizados en otra parte de la vivienda.
Tras los hechos, amigos y conocidos de la familia revelaron que los Nelson estaban en bancarrota desde 2020 por una deuda que a la fecha ascendía a más de 130 mil dólares, presuntamente por préstamos estudiantiles que ya no pudieron liquidar en medio de la pandemia, pues el padre se quedó sin empleo.
En tanto, otros familiares informaron que el hombre sufrió una contusión cerebral presuntamente en el trabajo, lo que derivó en constantes dolores de cabeza para el hombre, aunque no se reveló cómo afectó a la familia ese problema.
RFH
