El grupo terrorista Hamas liberó ayer a dos mujeres estadounidenses que había mantenido como rehenes en Gaza, afirmó el gobierno de Israel. Se trata de la primera liberación de este tipo entre las alrededor de 200 personas que el grupo combatiente secuestró durante su ataque del 7 de octubre en el sur de Israel.
Un vocero del brazo militar del movimiento islamista indicó en un comunicado en Telegram que Judith Raanan y su hija Natalie, de 17 años, fueron liberadas “por motivos humanitarios, tras la mediación de Qatar”, pero no dio detalles de cómo ni cuándo fueron liberadas las rehenes. Ambas ya están en territorio israelí.
El presidente Joe Biden confirmó la noticia y agregó: “Me alegro de que pronto puedan reunirse con su familia, que ha sido sacudida por el miedo. Estas personas y su familia contarán con el pleno apoyo del gobierno de Estados Unidos mientras se recuperan y sanan”.
Al respecto, el ejército israelí afirmó este viernes que la mayoría de los secuestrados llevados a la Franja de Gaza están vivos y que también hay cadáveres que fueron llevados a la zona.
Los familiares de otros cautivos recibieron con gusto la liberación y pidieron en un comunicado que los demás también sean dejados en libertad: “Pedimos a los líderes mundiales y a la comunidad internacional que ejerzan todo su poder para actuar por la liberación de todos los rehenes y desaparecidos”.
La liberación de las rehenes se produce en medio de crecientes expectativas de una esperada ofensiva terrestre que, según Israel, tiene como objetivo erradicar a los milicianos de Hamas que gobiernan la Franja de Gaza.
En ese contexto, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, habló por primera vez ayer ante legisladores de los planes a largo plazo para el territorio palestino, y aseguró que Israel no planea tomar control a largo plazo sobre la zona.
Gallant indicó que Israel espera que haya tres fases en su guerra con Hamas: la primera sería el ataque al grupo en Gaza con una ofensiva aérea y maniobras terrestres, después derrotará los focos de resistencia y, finalmente, cesará la “responsabilidad (de Israel) sobre la vida en la Franja de Gaza”.
El ministro ordenó el jueves a las tropas terrestres que se preparen para ver Gaza “desde dentro”, insinuando una posible ofensiva terrestre. Las autoridades no han dado una fecha para el posible operativo.
Sin embargo, el Gabinete de Guerra ha concentrado tanques, vehículos blindados y miles de soldados cerca del cruce de Erez, que es el único paso terrestre oficial que une Israel con el norte de Gaza, en espera de la orden del premier Benjamin Netanyahu para cruzar la frontera. Allí empezaría el desembarco y la batalla contra la organización terrorista financiada y entrenada por Irán.
Los ataques, junto a unas condiciones de vida extremadamente difíciles en el sur, parecen haber empujado a algunos a regresar al norte, a pesar de que allí continúan los intensos bombardeosRavina Shamdasani<br>Vocera de la oficina de DH de la ONU
En tanto, el ejército israelí continuó su castigo a Gaza en el día 13 de la guerra, con ataques aéreos, donde dijo que alcanzó más de 100 objetivos, incluyendo un túnel y depósitos de armas, que eliminó a un ingeniero de alto rango de Hamas encargado del desarrollo de armas. También alcanzó zonas del sur donde se había pedido a los palestinos que se refugiasen. En respuesta, los terroristas palestinos siguieron lanzando cohetes sobre el sur de Israel.
De igual manera, el Ministerio de Defensa anunció el viernes sus planes para evacuar Kiryat Shmona, una ciudad de más de 20 mil residentes cercana a la frontera con Líbano, así como otras comunidades próximas a Gaza, trasladando a sus residentes a hoteles en otras partes del país con un programa financiado por el Estado, en el último indicio de que una posible invasión terrestre podría desencadenar disturbios en la región.
El grupo insurgente libanés Hezbollah, que cuenta con un enorme arsenal de cohetes de largo alcance, ha intercambiado fuego con las fuerzas israelíes a lo largo de su frontera casi a diario, y ha dejado ver que podría unirse a la guerra si Israel intenta aniquilar a Hamas.
En tanto, los sobrepasados hospitales gazatíes están racionando sus menguantes suministros médicos y el combustible para los generadores, mientras las autoridades preparan la logística para un crucial envío de ayuda humanitaria desde Egipto. En las oscuras salas de los centros del territorio, los doctores realizan cirugías a la luz de los celulares y utilizan vinagre para tratar las heridas infectadas.
El acuerdo para la llegada de ayuda a Gaza a través de Rafah, el único paso fronterizo que no está controlado por Israel, sigue siendo frágil. Israel dijo que los suministros sólo pueden llegar a la población civil y que “frustrará” cualquier desvío por parte de Hamas. Más de 200 camiones y unas 3 mil toneladas de ayuda esperan en Rafah, o cerca.
Las obras para reparar la carretera del paso fronterizo, que sufrió daños tras ataques aéreos, comenzaron el viernes. En la zona había camiones descargando grava y topadoras y otras máquinas que rellenaban los enormes cráteres.
En Gaza hay más de un millón de desplazados, muchos de ellos tras seguir la orden israelí de evacuar la parte norte del aislado enclave costero. Sin embargo, funcionarios de Naciones Unidas dijeron que ante los bombardeos sobre todo el territorio, algunos de los palestinos que habían huido del norte parecen estar regresando.
“Los ataques, junto a unas condiciones de vida extremadamente difíciles en el sur, parecen haber empujado a algunos a regresar al norte, a pesar de que allí continúan los intensos bombardeos”, aseguró Ravina Shamdasani, vocera de la oficina de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas.
De acuerdo con las autoridades sanitarias palestinas, cuatro mil 137 personas han perdido la vida en Gaza desde el inicio de la guerra, sobre todo mujeres, niños y adultos mayores. más de 13 mil resultaron heridas y se cree que otras mil 300 personas estarían sepultadas bajo los escombros, añadieron.
Biden pide 105 mmdd para frontera e Israel
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió al Congreso un aumento presupuestario de más de 105 mil millones de dólares para ayudar a Israel y Ucrania y abordar la crisis migratoria en la frontera con México, anunció la Casa Blanca.
El presidente demócrata reclama 61 mil 400 millones (de los cuales 30 mil millones se gastarían en armas) para seguir apoyando a Ucrania, 14 mil 300 millones (10 mil 600 millones en armas) para Israel, algo más de 9 mil millones para responder a las crisis humanitarias internacionales, incluida la de Gaza, y 13 mil 600 millones para diversos gastos destinados a reforzar la frontera con México y combatir la crisis migratoria y el tráfico de droga.
En este último rubro, busca recursos contratar más agentes fronterizos, instalar máquinas detectoras de fentanilo, incrementar el personal que procesa los pedidos de asilo y otras medidas.
