Hezbolá evadió la seguridad de Israel y con un dron kamikaze asesinó a cuatro soldados en un cuartel cerca de Binyamina, al tiempo que esa nación enfrenta otras amenazas y nuevos roces, ahora con la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Ante el incidente sin precedentes a unos 80 kilómetros de la frontera con Líbano, en el que hubo 60 heridos, siete de ellos en condición crítica, se reveló que el enemigo islámico lanzó al menos tres vehículos no tripulados tipo Mirsad; dos fueron derribados, pero uno más alcanzó el blanco, un cuartel de la Brigada Golani poco después de las 19:00 horas, según la prensa local.
Las investigaciones posteriores apuntan a que el artefacto de fabricación iraní “desapareció” del radar lo que impidió seguir su ruta o alertar a personas en riesgo, lo que agravó el daño en el golpe más grave desde la masacre del 7 de octubre del
2023, de acuerdo con declaraciones
del vocero de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI, por sus siglas en inglés), Daniel Hagari, y el fundador de Conexión Israel, Gabriel Chocron.
Y es que informaron que las sirenas antiaéreas no se activaron para advertir sobre el posible impacto, por lo que los militares que estaban cenando no tuvieron tiempo de llegar a los refugios ante el estallido del avión no tripulado Ababil-T, con alcance de 120 kilómetros y cargado con capacidad de hasta 40 kilogramos de explosivos, según datos de institutos locales, citados por el diario Times of Israel.
De inmediato, los rebeldes financiados por el régimen de Teherán se atribuyeron la ofensiva letal en una declaración con la que enfatizaron que sí se puede vulnerar a Tel Aviv y que aún tiene capacidad para ello, luego de filtraciones que indican que ese grupo carece de líderes y ya agotó la mitad de armas de mediano alcance y fondos bajo un escenario “grave”, según publicaciones de Jerusalem Post y Enlace Judío.
Pero ésta no fue la única amenaza que enfrentaron las FDI. Al tiempo en que sobrevivientes y víctimas de la guerra exigen el retorno de los 100 rehenes en Gaza, las tropas de Benjamin Netanyahu interceptaron cinco cohetes disparados desde Líbano, donde se esconden los rivales que amagan con un conflicto de desgaste, lo que evidencia su preparación. Tema en el que el New York Times publicó que Hamas, cómplice de Hezbolá, planeó con un año de antelación la masacre estilo 11 de septiembre, pero la retrasó por falta de apoyo de Irán, que también ha atacado a Israel en supuesta defensa de la comunidad Palestina.
Por lo que el ministro de Defensa, Yoav Gallant, aseveró que harán todo a su alcance para asegurar la liberación del norte, en lo límites con la nación vecina.
En tanto, Israel elevó el roce con la ONU al atacar a integrantes de la Fuerza Provisional de Naciones Unidas para Líbano (UNIFIL), lo que desató condenas mundiales, como en Italia.
El organismo acusó una nueva “violación” israelí a días de que ese ejército le negara el paso a su personal o les disparara al detallar que la madrugada de ayer dos tanques Merkaya derribaron la puerta en una de sus bases, cercana a zonas de operación de los islámicos y, pese a demostrar en una tensión de 45 minutos que eran de la ONU, los israelíes lanzaron proyectiles de humo para presionar, acto en el que 15 miembros de la misión de paz resultaron intoxicados, según un comunicado oficial.
La polémica se registró a horas de que Benjamin Netanyahu exhortara al líder del organismo, António Guterres, a evacuar a sus fuerzas del peligro, como lo ha hecho con civiles, pues en sólo unas semanas ya reportan hasta 1.2 millones de residentes desplazados.
En una declaración pública el premier israelí instó al aliado —nombrado por su oficina de Exteriores persona non grata— a salvar a los suyos de convertirse en escudos de Hezbolá ante la proximidad de sus instalaciones con la infraestructura rival, pues las FDI demostraron con videos cómo Hezbolá aprovecha que hay personal de la ONU para ocultarse.
Y es que cerca de los edificios en Líbano tiene almacenes con armas y túneles, cuya entrada se ubica a 500 metros, según evidencia en video de las FDI.
No obstante, pese al nuevo choque, Tel Aviv mantiene el apoyo de su principal socio, Estados Unidos, pues el Pentágono anunció que le enviará un sistema de defensa antimisiles ante nuevas amenazas iraníes. La ayuda, que incluye el envío de unos 100 soldados para su uso, se da pese a los llamados de gobiernos como Irán y España a cesar la entrega de armas y equipo militar a Israel.
No obstante, otros gobiernos mantienen la mira en una posible salida pacífica al negociar un acuerdo para el alto al fuego en Medio Oriente.
Tal es el caso de Francia, ya que el presidente Emmanuel Macron dialogó con su homólogo iraní, Masoud Pezeshkian, quien se dijo en favor de la paz, sólo si se obliga a la nación judía a poner fin al “genocidio” en Gaza, donde ayer se registraron nuevos ataques aéreos en los que hubo al menos 20 muertos.