El grupo terrorista Hezbolá fue blanco de otra oleada explosiva. Por segundo día consecutivo equipos de comunicación se convirtieron en armas, cuando walkie-talkies estallaron en Líbano, incluso en funerales, lo que causó la muerte de 20 personas e hirió a 450 más.
La agresión, que la milicia proiraní insiste es obra de Israel, resultó más letal que la previa, al casi duplicar el saldo de fallecidos, pese a ser a una menor escala.
Cientos de radios explotaron e incendiaron 60 casas y negocios, incluyendo las inmediaciones donde se llevó a cabo la ceremonia fúnebre de tres combatientes, quienes fallecieron un día antes a causa de los bípers, y la organización admitió que en total perdió a siete aliados. La Defensa Civil local reportó que 15 vehículos y motos ardieron o se calcinaron, mientras se oían las sirenas de ambulancias que recorrían el país, pese al agotamiento del personal médico y el desconcierto social, pues no se sabe qué sucede, si esto seguirá o de qué artefactos cuidarse por el riesgo de que vuelen en pedazos, pero Beirut recalcó que su población es la máxima prioridad.
La prensa en Medio Oriente indicó que la mayoría de las víctimas sufrió lesiones en el estómago, cerca de donde portaban el dispositivo que estalló y que se trataría del modelo IC-V82, según Reuters y el diario The New York Times, por lo que el grupo chiita redobló el llamado a apagar o deshacerse de éstos, así como de equipos conectados a Internet o al menos de las pilas de litio que son letales, por lo que se observaron varios de éstos abandonados en las calles o en basureros.
No obstante, los incidentes no sólo se concentran en sistemas de mensajes o radio, también reventaron celulares, computadoras, aparatos de energía solar y lectores de huella dactilar, de acuerdo con Times of Israel y la agencia iraní IRNA, lo que aviva teorías de la manipulación para sorprender a miembros de Hezbolá, pues dicen que Tel Aviv actuó antes de lo planeado al verse descubierto.
Reuters reveló que dichos walkie-talkies fueron comprados cinco meses antes de explotar en territorio libanés supuestamente junto a los localizadores que dejaron miles de heridos.
En el caso de los bípers investigadores señalaron a Taiwán y a la firma tecnológica Gold Apollo como fabricantes, pero ambos se deslindaron del ataque masivo. La firma de Taipéi asestó “ese producto no es nuestro (…) es humillante” al recriminar en un comunicado tal implicación, mientras la prensa abarrotó el edificio donde están sus oficinas.
Gold Apollo añadió que hay otras firmas que usan su marca al poner la mira en BAC Consulting, con sede en Hungría.
Mientras que de la segunda oleada, Reuters documentó que los radios destruidos o quemados tenían las etiquetas de “ICOM” y “hecho en Japón”, pero la empresa vinculada atajó que dejó de producirlos en 2014.
Estoy profundamente alarmado por los informes de que una gran cantidad de dispositivos de comunicación explotaron en Líbano y Siria. Todos los actores deben ejercer la máxima moderación para evitar una mayor escaladaAntónio Guterres<br>Líder general de la ONU
Y luego de dos días de terror en Líbano, Israel no ha asumido la autoría del doble atentado, pero Hezbolá remarcó que cobrará venganza por los “mártires”, luego de que un analista israelí aseverara al NYT que hubo importantes daños al liderazgo, específicamente a la unidad de élite Fuerza Radwan.
Aún sin evidencia, los terroristas apuntan al Mossad, la Inteligencia del gobierno de Benjamin Netanyahu, en lo que expertos llaman “guerra cibernética”, ante la intervención de hasta cinco mil bípers y radios a los que se sospecha colocaron entre tres y hasta 50 gramos de explosivos, según fuentes en Líbano, lo que refleja que los equipos que estallaron en el segundo día son del triple del tamaño que los primeros.
Ante ello, el ministro de Defensa is-raelí, Yoav Gallant, dijo que es posible que entren en una “nueva fase” de guerra ante una inminente respuesta a gran escala, luego de que Hezbolá lanzara cohetes sin alcanzar un blanco y la población recibiera mensajes falsos para resguardarse, según el ejército. Su declaración prevé la reubicación de soldados al sur de Israel y en la frontera norte, cerca de donde opera el enemigo, al reconocer que “se requiere coraje, determinación y perseverancia”, sin ofrecer más detalles. Y el jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi, indicó que analizan estrategias a futuro.
Por separado, naciones de la zona y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) insistieron en su llamado a la mesura al advertir que una escalada sólo empeorará esta crisis y elevará la cifra de muertos en Medio Oriente, lo que condenaron Turquía y Jordania.
El alto comisionado para los Derechos Humanos del organismo, Volker Türk, urgió una investigación independiente tras los ataques sofisticados que alarman a la comunidad mundial, lo que respaldó el líder diplomático de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, ante los inaceptables daños colaterales. Y horas después se adelantó que el Consejo de Seguridad se reunirá mañana para evaluar la situación.