Hanna, el primer huracán de la temporada 2020 del Atlántico, se fortaleció el sábado cuando tocó tierra en la costa de Texas, amenazando a una de las regiones del país más golpeadas por la pandemia del COVID-19 con marejadas ciclónicas e inundaciones.
Los vientos huracanados castigaron la costa sureste de Texas, arrancando muelles de las bahías y dejando casas sin techos.
"Cualquier huracán es un desafío enorme", dijo el gobernador de Texas, Greg Abbott. "Este desafío es complicado y se vuelve aún más severo, ya que está en un área que es la más afectada del estado por el COVID-19".
Hanna, un huracán de categoría 1 en la escala Saffir-Simpson, tocó tierra en la Isla del Padre y luego en el este del condado de Kennedy, en Texas.
Hanna es el primer huracán de la temporada en el Atlántico, y ya tocó tierra por segunda vez alrededor de las 6:15 de la tarde en el Este del condado Kenedy, a unos 24 kilómetros al norte-noroeste de Port Mansfield. Para el sábado en la tarde, Hanna tenía vientos máximos sostenidos de 145 km/h (90 mph).
Poco antes, la tormenta había azotado en Padre Island, a unos 24 kilómetros (15 millas) al norte de Port Mansfield, que a su vez se ubica a unos 209 kilómetros (130 millas) al sur de Corpus Christi y a unos 113 kilómetros (70 millas) al norte de Brownsville.
"La combinación de una marejada ciclónica peligrosa y la marea causará que zonas normalmente secas cerca de la costa sean inundadas por el aumento de nivel de las aguas que avanzan hacia el interior en la costa", dijo el Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami.
Hanna podría causar un "oleaje que ponga en riesgo vidas" y algunos tornados durante la noche en la llanura litoral de Texas, agregó el CNH.
No se espera que la tormenta afecte la producción de petróleo y gas en altamar. Las compañías de energía no han evacuado trabajadores ni cerrado su producción en las plataformas del Golfo de México debido a Hanna.
Muchas partes de Texas, incluida la zona donde Hanna tocó tierra, enfrentan en las últimas semanas un aumento de contagios, pero las autoridades locales aseveraron estar preparadas para lo que la tormenta pudiera causar.
Los casos en la costa del estado han aumentado a decenas de miles y el viernes había más de 400 personas hospitalizadas por coronavirus en Corpus Christi, ciudad de 325 mil habitantes, según datos de la ciudad.
El alcalde de Corpus Christi, Joe McComb, advirtió a los residentes que viven en las áreas en riesgo de inundación que sigan las recomendaciones para evitar el contagio de coronavirus cuando decidan evacuar, informó el diario Texas Tribune.
"Lleven varias mascarillas con ustedes, porque podrían estar allí algunos días si están en una zona inundada", dijo McComb según el Tribune. "No queremos exponer a nadie durante esta tormenta (...) Incluso cuando estén en casa, recomiendo usar una mascarillas si están en condiciones hacinadas".
El viernes, los residentes de varias comunidades en el Condado Kleberg, al sur de Corpus Christi, recibieron la recomendación de evacuar sus casas por la llegada de Hanna, que podría llevar hasta 38 centímetros de lluvias a algunas zonas del sur de Texas y el noreste de México.