Italia impuso el domingo una nueva serie de restricciones para detener el contagio del coronavirus, entre ellas el uso de cubrebocas al aire libre, el cierre de gimnasios, piscinas y salas de cine y horarios restringidos para restaurantes y cafés.
También es obligatorio usar cubrebocas en espacios cerrados como el transporte público, tiendas y supermercados.
Sin embargo, el primer ministro Giuseppe Conte, al anunciar las medidas, se abstuvo de dictar otro confinamiento nacional, consciente de que ello podría afectar más a la economía ya golpeada por 10 semanas de cuarentena al inicio de la pandemia.
Según el decreto firmado por Conte, están exentos de usar mascarillas los niños menores de 6 años y quienes se ejerciten al aire libre.
Las pistas de esquí quedan cerradas a todos menos a los esquiadores profesionales. Las medidas estarán en vigencia a partir del lunes, hasta el 24 de noviembre.
El sábado, Italia pasó la marca del medio millón de casos confirmados de coronavirus por primera vez desde febrero cuando fue el primer país de Europa en sufrir los embates de la enfermedad. En los últimos dos días, el total diario de casos en Italia se ha acercado a los 2.000.
Dueños de bares y restaurantes habían presionado enérgicamente en contra de las restricciones, que les obligan a cerrar a las 6 de la tarde. La mayoría de los restaurantes en Italia no sirven cena sino hasta después de las 8 de la noche por lo cual las restricciones le privarían de muchos ingresos.
En días recientes varias ciudades y regiones en Italia impusieron toques de queda nocturnos para evitar que los jóvenes se congreguen al aire libre para beber.
El viernes estallaron protestas en Nápoles contra el toque de queda de entre las 11 p.m. y las 5 a.m. y el viernes elementos ultraderechistas y neofascistas protestaron en Roma contra las restricciones en esa ciudad.
El decreto de Conte mantiene abiertas las escuelas primarias, pero por lo menos el 75% de las secundarias deben dictar clases por internet. Las autoridades están preocupadas por la gran cantidad de gente en el sistema de transporte público, especialmente desde que las escuelas reabrieron el mes pasado.