Los bomberos ucranianos apagaron el viernes un incendio en la mayor planta nuclear de Europa, la de Zaporiyia, provocado por bombardeos rusos y que no liberó radiación, según funcionarios de Naciones Unidas (ONU) y locales. Rusia siguió adelante con su campaña para paralizar el país a pesar de la condena global.
El jefe de la agencia atómica de la ONU, Rafael Mariano Grossi, dijo que un "proyectil" ruso impactó en un centro de formación de la planta de Zaporiyia.
Según funcionarios ucranianos, las tropas rusas tomaron el control de complejo, pero el personal de la central continúa garantizando su funcionamiento.
El regulador nuclear estatal ucraniano señaló que no hubo cambios en los niveles de radiación registrados hasta el momento. Grossi afirmó más tarde que no se había liberado material radioactivo.
El ataque causó preocupación en todo el mundo y evocó el recuerdo del peor desastre nuclear de la historia, en la central ucraniana de Chernobyl.
El ataque a la planta nuclear coincidió con la ofensiva del ejército ruso sobre la estratégica ciudad a orillas del río Dniéper. Las fuerzas de Moscú ganaron terreno en su intento por cortar la salida del país al mar, lo que supondría un duro revés a la economía nacional y agravaría la ya complicada situación humanitaria.
En el inicio de la segunda semana de la invasión, una nueva ronda de conversaciones entre Rusia y Ucrania arrojó un acuerdo provisional para abrir corredores de seguridad para evacuar a civiles y recibir ayuda humanitaria.
Más de un millón de personas han salido del país desde el inicio de la ofensiva y muchas más se refugian bajo tierra noche tras noche. Un puñado de ciudades no tenía calefacción y al menos una tenía problemas de suministro de comida y agua.
El viernes en la mañana, las autoridades se refirieron únicamente al incidente en el inmueble administrativo cuando dijeron que todos los incendios en el complejo estaban apagados, algo que confirmó Grossi. La administración militar regional reportó daños no especificados en el compartimento del reactor número uno, pero apuntó que no afectan a la seguridad de la unidad.
Sólo uno de los reactores de la central está operativo y funciona a alrededor del 60 por ciento de su capacidad, añadió Grossi.
Las principales autoridades nucleares se mostraron preocupadas, pero no asustadas, por los posibles daños en la planta. El asalto provocó una conversación telefónica entre el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y su homólogo estadounidense, Joe Biden. El Departamento de Energía de Estados Unidos activó a su equipo de respuesta a incidentes nucleares como medida de precaución.
La administración militar regional de Zaporiyia dijo que las mediciones realizadas a las 07:00 horas del viernes mostraron que los niveles de radiación en la zona "seguían sin cambios y no ponen en peligro la vida y la salud de la población".
El alcalde de Enerhodar, Dmytro Orlov, anunció por la mañana en su canal de Telegram que "el incendio (en la central nuclear) ha sido efectivamente extinguido". Su oficina dijo a The Associated Press que la información procedía de los bomberos que pudieron acceder al complejo durante la noche.
El primer ministro británico, Boris Johnson, pidió una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en las "próximas horas" para analizar el ataque ruso sobre la planta, de acuerdo con un comunicado de su oficina.
En un emotivo discurso en mitad de la noche, Zelenski dijo que temía una explosión que fuese "el final para todos. El fin de Europa. La evacuación de Europa".
"Sólo una acción urgente de Europa puede detener a las tropas rusas", manifestó. "No permitan la muerte de Europa por una catástrofe en una central nuclear", añadió.
KEFS