India echa a enviado de Canadá y escala tensión

India expulsó a un diplomático canadiense en respuesta a la “absurda” provocación de Canadá al vincularla con el crimen del activista sij Hardeep Singh Nijjar, aumentando la tensión entre los integrantes del G-20.

Un día después de la decisión unilateral del primer ministro, Justin Trudeau, el Ministerio de Exteriores asiático refutó la declaración de su socio y recriminó que, pese a un encuentro reciente de los mandatarios, no externó alguna duda sobre el ataque, y devolvió el golpe al echar al Alto Comisionado en su territorio.

“Se ha pedido al diplomático en cuestión que abandone India”, ratificó la nación de Narendra Modi ante la afrenta lanzada por Trudeau y fijó un plazo de cinco días para que éste complete la salida, según un comunicado difundido por diarios locales, con lo que desconoció la hipótesis de Inteligencia sobre el nexo de Nueva Delhi con el asesinato del activista de 45 años que impulsaba la independencia del territorio Punjab.

Ello evidencia la inconformidad del aliado no sólo por acusarlo por el crimen a tiros de junio pasado frente a un templo sij, sino al advertir que ve “con preocupación la interferencia en nuestros asuntos internos y su implicación en actividades contrarias a India”, en la reiterada defensa de sus líderes a la creación de Khalistán como estado independiente.

Incluso, insistió que en vez de responder al presunto refugio que da a “terroristas” que atentan contra su integridad, Ottawa trate de alterar la relación bilateral.

Y acusó al gobierno occidental de desvirtuar el principal problema, del que India sí alertó al socio, ante los intentos de canadienses de dividir a su país con el arropo que da desde hace años a insurrectos que organizaron un referéndum no oficial, hecho por el que Modi intentó llevar a la justicia al supuesto criminal al recordar que el movimiento independentista es una amenaza nacional, hecho por el que hasta ofreció una recompensa millonaria por él e intentó extraditarlo desde hace siete años.

Con ello, se vislumbra un rompimiento entre las naciones, luego de trabas para llegar a un acuerdo comercial.

Ese hecho contrasta con las declaraciones de Trudeau de que no buscaba “provocar ni escalar” ningún conflicto, lo que no logró al tomar acción primero y hasta alertar a sus connacionales del riesgo de viajar a esa nación.

El premier canadiense recalcó que confía en la indagatoria en la que también participó Estados Unidos, mientras la oposición exige hacer público el expediente para dar luz sobre el choque global, pero fuentes canadienses dijeron a Reuters que las pruebas “se compartirán a su debido tiempo”.

Para rebajar las tensiones, Trudeau adelantó que ésta es una oportunidad para que India revele la información sobre el atentado y mostrar que hay seriedad para esclarecer el crimen, pese a que exhortó a sus ciudadanos a no visitar esa nación ante un inminente riesgo de actos terroristas o de insurgencia.