Autoridades sanitarias admitieron preocupación por la rápida propagación que mantiene la mpox o viruela del mono, a días de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretara la emergencia internacional por un brote en África, mientras esperan el apoyo de potencias para combatir ese virus.
Representantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconocieron que uno de los focos rojos son los refugiados ante un virus que provocó una alerta en República Democrática del Congo, de acuerdo con Reuters, pues se teme que la región se convierta en una incubadora
de esta enfermedad.
Y es que las agencias de dicho organismo ven que ante los desastres y conflictos internos en la nación más afectada por una cepa más contagiosa (clado Ib) es posible que personas infectadas que huyen de ese territorio contagien a otras fuera de sus fronteras.
Lo que pone en riesgo a vecinos como Ruanda y Burundi, que en las últimas semanas reportaron sus primeros positivos ante una enfermedad que ya alcanzó a 13 países en el continente.
De acuerdo con la OMS ésta ya rebasó los 18 mil contagios mientras que la agencia sanitaria de la Unión Africana informó que ya suman 622 defunciones por la también llamada viruela símica.
Al respecto, la vocera de la OMS, Margaret Harris, dijo que ante los desplazamientos forzados de personas que ni siquiera tienen qué comer es claro que su debilidad inmunológica los expone más al virus que se expande y no cuentan con medidas para prevenir brotes o aislar a pacientes sospechosos.
Pero para contener el brote confían en la ayuda global, pues además de comprometer fondos para acelerar los tratamientos, detección y reforzar la vigilancia epidemiológica, África espera donaciones de potencias que adelantaron la entrega de miles de vacunas. Tal es el caso de la Unión Europea (UE) que ofreció 200 mil inmunizaciones, plan al que se sumaron Estados Unidos, España y Japón, territorio que produce dosis contra la mpox y prometió entregar dos millones.