Las inundaciones repentinas que se registraron en los últimos días al norte Turquía han dejado un saldo de 38 personas muertas y un número indeterminado de desaparecidas.
Un primer balance de la Agencia gubernamental para los desastres naturales (Afad), indicó que 32 personas murieron en la provincia de Kastamonu, a orillas del Mar Negro, y otras seis en la vecina Sinop.
En algunos pueblos y calles de estos lugares, las fuertes lluvias provocaron que el nivel del agua ascienda hasta los cuatro metro de altura, formando torrentes que arrastraron autos y escombros.
Varios puentes de carreteras colapsaron tras los desplazamientos de tierra registrados.
Habitantes de la región se vieron obligados a escapar del agua subiendo a los tejados de sus casas hasta ser evacuados por helicópetros.
Muchas personas expresaron su molestia con las autoridades, acusándolas de no haber reaccionado rápido en los rescates mientras distintos hospitales de la región tuvieron que ser evacuados.
Actores políticos y asociaciones que atribuyen estos desastres al cambio climático urgieron al gobierno turco que encabeza Recep Tayyip Erdoğan a tomar medidas radicales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
LRL