El régimen de Vladimir Putin abrió ensayos nucleares de disuasión, en un claro mensaje a Ucrania y a Occidente de que Rusia está listo para “medidas extremadamente excepcionales”.
Pese al riesgo de una escalada, por la inminente inclusión de fuerzas norcoreanas en la invasión rusa, el Kremlin aviva las tensiones. Ayer puso en marcha pruebas estratégicas con misiles balísticos intercontinentales y submarinos atómicos, al lanzar desde el cosmódromo un proyectil Yaris, según la prensa, mismo que alardeó alcanzó el objetivo previsto.
Con lo que deja en claro a rivales que cuenta con poderío bélico a semanas de modificar la ley para garantizar el uso de este equipo en caso de que aliados de Volodimir Zelenski, presidente ucraniano, usen armas de mayor alcance, al exhibir provocaciones; sin embargo, las potencias sólo envían equipo que sigue almacenado a casi mil días de la guerra, mientras que Moscú recibió la visita de funcionarios del régimen de Kim Jong-un, enfatizando su sociedad.
En tanto, crecen las exigencias a Moscú y Pyongyang por las miles de tropas extranjeras en Rusia para el combate; el Pentágono dijo que ya están a kilómetros de Ucrania, al reubicarse en Kursk, zona controlada por la resistencia.