A 19 días del ataque de Hamas, Israel acordó retrasar la incursión terrestre en Gaza en espera de apoyo internacional, mientras varios países insisten en pausas humanitarias y llaman a evitar más muertes, pues la región se acerca a las ocho mil, de las que seis mil 574 son sólo en la Franja.
Aunque las fuerzas de Benjamin Netanyahu no desisten de bombardear objetivos clave aguardarán para la esperada ofensiva, en la que se prevé apoyo aéreo para mayor precisión, tras nuevas advertencias de Estados Unidos para proteger a inocentes, como los 222 rehenes.
Según una filtración del diario The Wall Street Journal la medida es ante presiones del presidente Joe Biden, quien alertó que la escalada pone en riesgo a quienes siguen retenidos, postura a la que se sumaron Francia, Japón y Egipto, el último un mediador clave, al admitir que será un error que cueste vidas civiles.
El medio de EU adelantó que el aplazamiento responde a una promesa de enviar sistemas de defensa y tropas estadounidenses que están en territorios de Medio Oriente, como en Irak y Siria, cuyas bases fueron golpeadas por islámicos, pero el Pentágono desmintió esa versión, pues no hay ninguna orden en torno al equipo aéreo.
Por separado, Netanyahu negó dichas acciones, a días de que Washington garantizara baterías para el Domo de Hierro, y rechazó adelantar cómo o cuándo será la incursión, para no alertar al enemigo.
Apuntó en un mensaje a la nación que esa operación se concretará con dos objetivos: destruir a Hamas y rescatar a los connacionales y extranjeros cautivos por la Yihad Islámica, pues “haremos realidad la profecía de Isaías”, en referencia a vencer a las tinieblas, plan en el que es prioridad que los rehenes regresen a salvo, como ya ocurrió con cuatro mujeres.
Horas después, Biden reconoció la decisión de Netanyahu, pero aclaró que no hubo una exigencia al premier, pues él defiende sus propios intereses. Incluso, precisó que fue una sugerencia, pues tal acción podría favorecer a quienes siguen retenidos en Gaza
—tema en el que Qatar y Egipto negocian para sus rescates— al sostener que “si podemos, debemos sacarlos” y garantizar que fluya la ayuda humanitaria tras esfuerzos por enviar alimentos, agua y medicamentos, pues ya cruzaron con éxito cuatro convoyes el corredor de Rafah.
Acerca de estos insumos, las organizaciones Mundial de la Salud (OMS) y de las Naciones Unidas (ONU) alertaron sobre el colapso total de hospitales si no hay combustible para la Franja, tema que ha rechazado tajantemente Tel Aviv. La primera institucional advirtió que este recurso se agotará hoy y para evitar el cierre de hospitales recalcó la urgencia de llegar a acuerdos, por lo que envió un mensaje a Hamas al exhortar a los terroristas a liberar por razones humanitarias y médicas a los secuestrados que esconde en túneles, entre ellos niños y ancianos. Por separado, la ONU dijo que ante niveles sin precedentes de devastación no se pueden permitir parar los nosocomios, inmuebles clave ante el cúmulo de víctimas por explosiones que no paran.
En medio de los llamados a cesar las hostilidades, pues ayer fracasaron dos resoluciones en el Consejo de Seguridad presentadas por EU y Rusia, siguen los combates, pues los soldados israelíes, además de responder a las agresiones desde Gaza, ayer atacaron puntos específicos en Líbano, tras interceptar misiles de tierra-aire que lanzó la organización Hezbolá sin dar en los blancos.
Y aunque cada vez más Gobiernos buscan vías para proteger a los gazatíes y Naciones Unidas pide desescalar la confrontación, Tel Aviv mantiene su choque con ese organismo.
El Gobierno de Benjamin Netanyahu advirtió que ya no dará más visas a la ONU al sostener que le darán una lección, según declaraciones del embajador israelí, Gilad Erdan, quien un día antes exigió la renuncia de António Guterres. Incluso, el enviado de Tel Aviv reveló que ya negaron dicha documentación a Martin Griffiths, jefe de Asuntos Humanitarios.
En respuesta, Guterres lamentó que esa nación tergiversara su mensaje. Se dijo sorprendido por esa drástica reacción al tachar de “falso” que justificara los actos de terror que le dieron la vuelta al mundo, pues su intención era abogar por las víctimas.
Pero Netanyahu evitó hablar de ello y agregó que se concentran en las investigaciones en torno a las fallas del pasado 7 de octubre, pues admitió que habrá consecuencias ante las violaciones a su seguridad, tema en el que incluso él tendrá que responder.
En tanto, otros medios revelaron que los atacantes patrullaron por días la frontera, lo que debió ser un signo de alerta, y que Irán habría entrenado a miembros de Hamas hasta con un mes de anticipación para la acción sorpresiva en la que los terroristas mataron a cientos de personas, por lo que suman mil 400 víctimas mortales en Israel, según la más reciente actualización. Y Palestina sigue reportando bajas al denunciar bombardeos que ayer cobraron la vida de al menos dos periodistas de la región y hasta un médico, de acuerdo con la agencia árabe Al Jazeera.