El ejército israelí ingresó al “corazón de Gaza” al cumplirse un mes del ataque de Hamas para destruir “desde el núcleo” a la fuerza terrorista que los sorprendió y prometió asumir mayor control de la Franja en temas de seguridad.
Aunque el Gobierno negó intentos de recuperar el territorio cedido hace décadas, aseveró que el acorralamiento es clave para restablecer la paz en Medio Oriente, por ello amplió las ofensivas terrestres en las que da golpes certeros a los islámicos tanto en la superficie como bajo tierra.
Y es que en los últimos 31 días las Fuerzas de Defensa (FDI) llegaron a lugares que ni el enemigo pensó, eliminaron a miles de yihadistas y destruyeron centros de mando, escondites, almacenes y posiciones subterráneas, según un mensaje a la nación del primer ministro, Benjamin Netanyahu, quien recalcó que la presión al rival continuará hasta nulificar su capacidad operativa y liberar a los más de 240 rehenes que se llevó tras la masacre de mil 400 israelíes.
Además, el premier adelantó que asumirán por tiempo indefinido la seguridad de toda la Franja, que ayer rebasó los 10 mil 300 fallecidos, según su Ministerio de Salud. Y abundó que no está interesado en gobernar el enclave palestino, pero sí apretarán el cerco a la organización terrorista al admitir que perder el control representa la “erupción del terror de Hamas en una escala que no podríamos imaginar”, en recuerdo al ataque del pasado 7 de octubre.
Por ello, sus fuerzas luchan por primera vez en años desde lo profundo de Gaza, según un informe del comandante del Comando Sur, Yaron Finkelman, citado por el diario Times of Israel, al tiempo en que cientos de israelíes se congregaron afuera de la Knesset o el Parlamento en una vigilia en la que colocaron veladoras en recuerdo de las víctimas, dedicaron un minuto de silencio y oraron por quienes siguen cautivos, ante lo que la contraparte respondió con una oleada aérea en la capital ante los intentos de debilitar sus laberintos.
Sobre esos avances, el vocero militar, Daniel Hagari, resumió que para acabar con el enemigo mantendrán los bombardeos contra bases subterráneas, luego de que Inteligencia, con apoyo de robots y perros rastreadores, identificó que el entramado kilométrico rival alcanzó una universidad y hasta un parque de diversiones, con lo que reivindica que a los extremistas no les preocupan los civiles, quienes quedan atrapados en este conflicto bélico.
Por separado, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, apuntó que al concluir la operación Espadas de Hierro ni Israel ni la resistencia islámica gobernarán Gaza.
Y pese a los choques mundiales en torno a posibles treguas o pausas humanitarias, Israel admitió que analiza la propuesta de Estados Unidos.
El premier y su círculo cercano enfatizaron sus reservas a tal plan al asestar que ello no implica un cese el fuego y que no confían en la reacción que tendrá Hamas, pues el fin sólo llegará hasta la liberación de todos los rehenes, pues lo contrario sería rendirse, según declaraciones de Netanyahu, momento que aprovechó para advertir a Hezbolá, que ataca desde el Líbano, que si persiste en estas acciones su ejército “responderá con fuego pesado”, pues no buscan abrir un nuevo frente.
Mientras que Gallant refrendó que las tropas acabarán con “la mayor base terrorista jamás construida”.
Horas después se reveló que EU aumentó la presión a Israel. Según el portal Axios, Joe Biden planteó a la región los beneficios de las “pausas tácticas”, pues afirman que con sólo tres días de tregua facilitarían la entrega de los secuestrados, con la mediación de Qatar, o al menos se garantizaría el acceso de la Cruz Roja para verificar en qué condiciones se encuentran las víctimas provenientes de más de 40 naciones.
Coordinación ante la que la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, urgió a actuar lo antes posible en pro de la estabilidad y seguridad regional en una llamada con el presidente israelí, Isaac Herzog.
Tema por el que el brazo armado Al Qasam exhibió que Israel obstruye tales liberaciones, pues aseveró que ofreció desde la semana pasada devolver a 12 extranjeros, pero esa nación lo impidió, mientras aumenta el saldo de víctimas y desplazados.
Tan sólo ayer hubo múltiples caravanas palestinas rumbo al sur de la Franja, luego de que Tel Aviv confirmó que dio cuatro horas a la población para evacuar hacia zonas seguras, sector que respondió con una movilización en la que ondearon banderas blancas en busca de refugio lejos de las embestidas contra terroristas; sin embargo, en la zona aún resisten unos 900 mil palestinos, según el Ministerio del Interior de Gaza.
Pero Medio Oriente no es el único que sufre las consecuencias del conflicto bélico, pues éste ya alcanzó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados en la región (UNRWA) al confirmar que en un mes perdieron a casi 250 trabajadores.
El primer sector dijo que suma 160 bajas, mientras que el otro calificó esta guerra como la más mortífera en su historia al reportar 89 decesos por los intensos embates. Hecho ante el que señalan que nadie está a salvo, pues ayer un convoy médico fue atacado.