El gobierno israelí y su Ministerio de Defensa insisten en responder al mayor agravio iraní en su contra, pues a más de una semana preparan un ataque “letal, preciso y, lo más importante, sorprendente” con tal de eliminar esa amenaza.
Durante una reunión con soldados de una base de Inteligencia de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI, por sus siglas en inglés), el también integrante del gabinete de guerra, Yoav Gallant, afirmó que van por un contraataque duro en represalia a ese régimen, luego de desistir, de momento, de bombardear instalaciones nucleares del gobierno que lidera el eje de la resistencia en Medio Oriente, como demandaron aliados.
En una clara advertencia sentenció que tal acción “avergonzará” lo hecho por ese enemigo, Teherán, el pasado 1 de octubre, cuando disparó 130 misiles y cohetes a la región.
Y abundó que, a diferencia del régimen, los suyos sí darán en los objetivos previstos y el rival no sabrá ni qué ocurrió, al recordar que éste fracasó con una estrategia “imprecisa”, según declaraciones recogidas por el diario Times of Israel, con lo que el mando judío hizo alarde de las ofensivas “selectivas” y letales que realizan contra territorio libanés, gazatí y sirio para anular a las cúpulas terroristas, como Hezbolá y Hamas, respectivamente, o de cualquier otro frente de los siete totales que trate de intimidarlos.
Ofensiva en la que tanto Gallant como el primer ministro, Benjamin Netanyahu, recalcaron su compromiso para reducir la amenaza islámica y hasta un riesgo nuclear, en referencia al régimen que presuntamente financia a las milicias desde el 7 de octubre del 2023, al atacar a su pueblo tras la masacre de Hamas en supuesto apoyo a Palestina.
Lamentablemente, mientras Tel Aviv redobla estas agresiones contra instalaciones enemigas, también sufre reveses al registrarse dos atentados casi simultáneos, con un saldo de dos muertos y seis heridos, y derribar drones lanzados desde el mar Rojo, que hacen sonar de nuevo las sirenas antiaéreas.
Fuentes de la nación y la prensa informaron que en el primer incidente, cerca de la frontera con Líbano, murieron dos civiles; la pareja paseaba a su mascota y no alcanzó a llegar a un refugio tras el impacto de uno de 20 cohetes lanzados por Hezbolá en Kyriat Shmona; mientras que seis personas resultaron apuñaladas en Hadera luego de que un sospechoso de origen árabe atacó a civiles en varios puntos antes de ser detenido por residentes.
A la par del nuevo riesgo, el premier Netanyahu habló por primera vez con Joe Biden desde la nueva escalada. En dicha llamada, según la Casa Blanca, lo exhortó a no convertir Líbano en otra Gaza y minimizar el impacto a civiles ante la preocupación global por la destrucción y sufrimiento en la zona tal como advirtió hace días la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Hecho por el que Wa-shington busca diálogos para alcanzar un alto al fuego en Medio Oriente.
Y el líder judío también charló brevemente con la vicepresidenta y aspirante presidencial, Kamala Harris, como lo hizo la semana pasada con el contendiente, Donald Trump, con quien trabajó en el pasado.