Israel y Hamas tienen sobre la mesa un acuerdo de cese el fuego para liberar a la tercera parte de los 134 rehenes de Gaza; sin embargo, el Gobierno no se confía del rival al revelar que ése alista otra masacre.
A escasos días del Ramadán, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, dijo que no darán concesiones a los islámicos al admitir que es posible que éstos aprovechen el mes sagrado, que arranca el próximo 10 de marzo, para perpetrar otro 7 de octubre.
Según los diarios Times of Israel y Jerusalem Post, el líder de las Fuerzas Armadas expuso que Hamas busca provocar a Hezbolá, a palestinos y a Irán para replicar el golpe ahora en la conmemoración religiosa, sin anticipar si hay un objetivo, hecho ante el que su ejército vigila las fronteras. Al norte sigue el choque con Hezbolá y al sur sospechan que se esconden mandos y retienen a los secuestrados.
Pero críticos creen que la advertencia sería otro intento de bloquear la tregua, pues el mensaje se da luego de que Estados Unidos declarara que es casi un hecho a más de tres meses del primer acuerdo, en el que liberaron a 100 personas.
Y Medio Oriente pide cautela al reconocer que la postura de Washington pudo ser prematura, mientras agencias revelan parte del borrador negociado junto a Egipto y Qatar; se identificó que el plan contempla liberar a 40 víctimas en igual número de días, tema en el que según el diario The New York Times abundó que se incluiría por primera vez a mujeres soldado a cambio de presos palestinos de alto nivel, pero se agota el tiempo al recordar que Tel Aviv impuso el 10 de marzo como plazo para entregar a todos los rehenes.