El Gobierno israelí impulsa otra pausa humanitaria con Hamas para liberar a los 136 rehenes que ayer cumplieron 108 días retenidos en Gaza, en medio de nuevos reclamos por no priorizar el caso.
Pese al rotundo rechazo a negociar con yihadistas y a la solución de dos Estados, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, parece ceder a la presión. Horas después de que familiares de las víctimas irrumpieran en el Parlamento o Kneset el portal estadounidense Axios filtró un plan de tregua por dos meses con apoyo de Qatar y Egipto, según fuentes israelíes.
Tal acuerdo, respaldado por EU y el gabinete de guerra, busca replicar lo hecho en noviembre pasado, cuando recuperaron a 110 secuestrados a cambio de 200 prisioneros palestinos y frenar temporalmente los combates, sin adelantar el fin definitivo de la ofensiva de las Fuerzas de Defensa (FDI), pues sus objetivos contra la resistencia islámica no cambian.
Sin embargo, hasta el cierre de esta edición Tel Aviv no corroboró esa versión, aunque Netanyahu sugirió que hay algo en puerta, según Enlace Judío. Y es que esperan la respuesta de la contraparte, pues no hay garantías para anunciar ante quienes cuestionan el nulo esfuerzo que sus hijos, padres y hermanos estarían cerca de volver.
De inmediato, medios locales hicieron eco del intento de tregua. El diario Times of Israel abundó que el proceso sería escalonado, mientras aliados insisten que este acercamiento y la consolidación de Palestina como Estado son la vía para el retorno de las víctimas y acabar con el sufrimiento en la Franja.
En un primer grupo se prevé que los terroristas entreguen a enfermos crónicos mayores de 60 años, mujeres y niños, lo que recuerda que la semana pasada el más pequeño de los rehenes, Kfir, cumplió un año bajo el peor escenario, casi la tercera parte de su vida cautivo y su hermano y padres siguen retenidos.
Posteriormente, se esperaría a mujeres de la milicia y hombres sin nexo con el ejército. Con lo que dejarían al último a soldados capturados durante la invasión del pasado 7 de octubre y los cuerpos de las víctimas, pues según informes de Hamas unas 25 no resistieron o fueron asesinadas por el ejército israelí, al culpar a ese país del terror que vive Gaza.
En torno a la presión interna se detalló que un grupo de al menos 20 familias de rehenes interrumpió la reunión del Comité de Finanzas.
Con pancartas y sudaderas con el rostro de los secuestrados, advirtieron que no se quedarán de brazos cruzados ni permitirán que el Gobierno que siga sin reacción, pues sería como aceptar que las víctimas ya no volverán. Un día después de enviar una carta al Kneset para urgir abrir la negociación, superaron el cordón de seguridad del recinto y dieron portazo en uno de los salones para encararlos, según videos de redes sociales.
Ahí, los manifestantes dijeron que se requieren medidas drásticas para hacerse escuchar y que ese retorno sea una prioridad para Tel Aviv, pues la vida de los 136 vale todo esfuerzo, por lo que exigen cuentas claras de los intentos para traerlos de vuelta, como contactos con el rival y despliegues para ubicar los escondites en los que los retienen, pues no es posible que Israel permita la entrega de insumos a través de dos corredores sin obtener nada a cambio.
Pero ésa no fue la única movilización contra el premier, pues por la noche críticos protestaron cerca de su casa en Jerusalén con carteles y mensajes con pintura roja, que asemejaban sangre.
Dichas acciones buscan que el Gobierno corrija su postura y éste ya pidió ayuda a la comunidad global para acabar con esta crisis.
Aunque su intención era presionar a Hamas, aliados como la Unión Europea (UE) advirtieron que el fin del conflicto llegará hasta el reconocimiento de Palestina como Estado, acto que respaldaron cinco naciones árabes para normalizar relaciones con ese territorio y evitar el prolongamiento de la guerra.
Y en un tonto frontal el jefe diplomático del bloque de 27 países, Josep Borrell, cuestionó a Benjamin Netanyahu cuál es su apuesta “¿hacer que todos los palestinos se vayan?, ¿matarlos?”, según agencias. Confrontación que evidencia el temor de una escalada mientras suman más de 25 mil muertos, miles de heridos, daños humanitarios y nuevas tensiones en Medio Oriente, pues persisten los combates en Gaza, principalmente en Khan Younis, sitio que el ejército israelí se resiste a abandonar.
Fuerzas de EU y Reino Unido someten a hutíes
Por segunda vez en 10 días fuerzas estadounidenses y británicas atacaron en conjunto a rebeldes hutíes en Yemen, que amenazan la navegación marítima en Medio Oriente.
Aunque el Gobierno de Joe Biden desmintió otro golpe contra sus embarcaciones, los departamentos de Defensa de ambas potencias confirmaron bombardeos contra ocho objetivos para frenar los intentos de la resistencia de intimidar a aliados de Israel.
Incluso, fuerzas europeas precisaron que sus aviones apuntaron importantes municiones contra almacenes y centros de vigilancia de los hutíes, con lo que suman ocho rondas de ataque, según un recuento de Reuters.
Y ambos países advirtieron que persistirán en esta respuesta militar para impedir la escalada que busca el grupo que respalda a Hamas y Hezbolá, pues no tolerarán nuevas agresiones en o cerca del mar Rojo y aseguran que tales medidas tienen el efecto de disuadir al enemigo.