Israel conmemora 7-O bajo fuego, sin respuesta sobre los rehenes

El pueblo israelí, familiares de rehenes y miles de judíos conmemoraron ayer el primer aniversario de la masacre de Hamas en un escenario bajo fuego, por amenazas desde Gaza, Líbano y Yemen, pues las sirenas antiaéreas no dejan de sonar.

Terroristas de Hamas, Hezbolá y hutíes —tres de los siete frentes— redoblaron la ofensiva al disparar 130 proyectiles en su contra, según las Fuerzas de Defensa, en un intento de denigrar el duelo de quienes ven en el 7 de octubre del 2023 el peor golpe, por una brutal masacre.

Ante un dolor prolongado, por el que el presidente Isaac Herzog afirmó que se levantarán, miles se reunieron en ciudades israelíes convocados por el gobierno y sobrevivientes para honrar a los ejecutados en kibutz del sur y el festival Nova, repudiar el terrorismo y exigir la liberación de 101 cautivos.

En dichos memoriales realizaron cánticos, encendieron velas y mostraron carteles con los rostros de quienes piden no olvidar; sin embargo, nuevos choques intentaron apagar su ánimo.

El ejército de Tel Aviv interceptó hasta un misil de tierra y de inmediato respondió con ataques “selectivos” en Beirut y Gaza ante milicias auspiciadas por Irán —líder del eje de la resistencia—. El vocero de las FDI ante la comunidad hispana Roni Kaplan, abundó en conferencia virtual que las prioridades son: neutralizar las amenaza y recuperar a rehenes, al virar sus planes a ofensivas específicas “para alcanzar posiciones de altos mandos”, como centros de control.

Estrategia en la que Benjamin Netanyahu acumula duros golpes a las cúpulas islámicas, pues sus tropas eliminaron a las máximas figuras de Hamas, Ismail Haniyeh, y de Hezbolá, Hassan Nasrallah. Tema en que el mayor Kaplan apuntó que van 200 mandos de alto o mediano nivel muertos al enlistar las bajas de ocho jefes de brigada, 30 de batallones y 165 de compañías para anularlos y disminuir sus arsenales. Pero Israel también sufre bajas con 700 militares difuntos, entre los que nos descartan que haya mexicanos, quienes se enrolaron a la lucha.

La frontalidad fue reforzada por el premier, quien aseguró que la mira sigue en desmantelar a quien quiere destruirlos, gracias a su “gran fuerza interior”.

Netanyahu refrendó la promesa de rescatar a rehenes y los cuerpos de quienes perecieron, como el caso de Idan Shtivi, pues se supo que su cuerpo fue llevado a Gaza, mientras familias se sienten abandonadas a la espera de que vuelvan. Tal es el caso de deudos de Matan Zangauker, quienes confían en que esté vivo y corra la misma suerte que su novia, la mexicana Ilana Gritzewsky. Al respecto, Jaim Gritzewsk narró que su hermana vivió dos luchas una de 55 días en cautiverio y otra de más de 300, pues Matan sigue secuestrado, mientras en la nación el miedo aún se apodera de la gente.

Pero las FDI avanzan firmes al anticipar que están cerca de sus objetivos tras bombardear un centenar de puntos clave en Líbano para evitar otro 7 de octubre; lo que no doblega a rivales, pues Hamas se dijo dispuesto a seguir en una guerra de “desgaste” al anticipar más meses de choques junto a su cómplice Hezbolá.

En tanto, siguieron las vigilias en las que soltaron globos por víctimas y cautivos, de entre uno y 86 años de edad, pues sobresale la esperanza y resiliencia. Apoyo al que se unieron líderes globales al iluminar con la bandera de Israel monumentos históricos.

Incluso, el líder de Estados Unidos, Joe Biden, prendió una vela por el judaísmo, mientras que su vicepresidenta, Kamala Harris, plantó un árbol por las víctimas; pero no fueron los únicos en mostrar respeto, pues Donald Trump se unió con oraciones.

Mientras que la embajadora de Israel en México, Einat Kranz Neiger, llamó al mundo a redoblar los llamados para cesar las hostilidades y elevar la presión a Teherán para que deje de financiar a esas milicias.