Israel frustra ofensiva aérea de Hezbolá… a la que se unió Hamas

El ejército israelí frustró una oleada aérea de Hezbolá, grupo aliado de Hamas, lo que hace temer otra escalada en Medio Oriente en la que incluso se sume Irán, ante otro fallido intento de tregua a casi 11 meses de la guerra en Gaza.

Combatientes en Líbano intentaron sorprender a la nación vecina al disparar 340 cohetes y drones, la mayor embestida desde el año pasado, de acuerdo con mandos y funcionarios citados por la prensa; la agresión dejó un herido por esquirlas cuando una de las armas islámicas traspasó la Cúpula de Hierro, aunque ésta interceptó la mayoría de ataques.

En respuesta a la embestida, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) devolvieron el golpe con una operación “preventiva” al declarar “emergencia”, ante lo que calificaron como “frente interno” y “amenaza inminente”; así desplegaron 100 aeronaves de manera simultánea, entre helicópteros y cazas de combate F-35, contra blancos en el sur libanés, donde anularon 90 por ciento de lanzacohetes.

Ante el riesgo de escalada, el gobierno de Benjamin Netanyahu advirtió que no pretende crear más tensión, pero responderá a cada bombardeo, sea de Hezbolá, Hamas u otra milicia, luego de que sus soldados, con apoyo de la Inteligencia y alertas de su socio Estados Unidos, detectaron con tiempo la actividad islámica rebelde, según información del Ministerio de Defensa que mantiene contacto con sus homólogos de EU y Reino Unido; ese ejército difundió en redes sociales imágenes del despliegue para desequilibrar al enemigo al otro lado de la frontera a la par que se defiende, pues su objetivo es acabar con Hamas, tras la masacre del 7 de octubre, pero mantiene choques con Teherán y hutíes de Yemen.

En tanto, Hezbolá dijo que su ofensiva fue exitosa tras alcanzar “objetivos de alto valor” en referencia a 11 bases israelíes, entre ellas una de inteligencia de Glilot, según el medio Al-Mayadeen, aunque Tel Aviv y medios locales desmintieron esa versión al reportar que sólo que afectó vuelos con decenas de cancelaciones.

Por separado, su actual líder, Hassan Nasrallah, pareció reconocer que la ofensiva no resultó al adelantar que habrá nuevas como la de ayer en represalia por el asesinato de su comandante militar, Fuad Shukr, en Beirut a finales de julio.

Incluso, declaró que se reserva el derecho de atacar a nombre del llamado “eje de la resistencia” tras activar la “Fase 1” de ataque, lo que aviva los temores de una escalada, pues Irán es parte de ese sector y no descartan usar misiles balísticos para cobrar el daño a Tel Aviv, pues Nasrallah insistió que en cualquier momento podrían replicar la agresión. Y es que ayer, horas después, Hamas lanzó al menos un cohete desde Khan Younis.

Acto que se tomó como presunto intento de mostrar que aún tienen la capacidad y coordinación de penetrar la defensa de Israel; el lanzamiento activó las sirenas antiaéreas, pero no impactó en la región, pues cayó en una área abierta, según las autoridades.

En contraste, el vocero de las FDI, Daniel Hagari, confirmó que los suyos acabaron con seis rivales en Líbano y dañaron infraestructura eléctrica, lo que podría dejar sin agua a esa región.

Y el gobierno israelí, a través de su oficina de Exteriores, enfatizó que no busca otro enfrentamiento, pero sí responderá.

Fue el premier Benjamin Netanyahu quien aseveró tras la reunión del gabinete: “les haremos daño” y “no es el final de la historia”, anticipando más golpes para apagar toda amenaza; acto que respaldó el opositor, Yair Lapid, al señalar que es necesaria la “mano dura” contra los terroristas, luego de que las FDI causaran múltiples explosiones en el país del agresor, según el diario Times of Israel.

Mientras que el intento de diálogo se estancó de nuevo. Los enviados de Israel, como líderes de El Mossad y la agencia Shin Bet, y mediadores abandonaron El Cairo ante el fracaso, pues Hamas rechazó las condiciones que se discuten desde julio pasado, al acusar que no se le toma en cuenta y siguen los diferendos de si el posible cese al fuego incluye la liberación de 109 rehenes y la salida permanente de las tropas israelíes de Gaza, donde han muerto 40 mil 400 palestinos, y Tel Aviv se resiste a dejar el Corredor Filadelfia.

No obstante, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) clamó por garantizar un acuerdo y salvar vidas al advertir que “no hay tiempo que perder” al presionar a ambas partes, mientras persisten las acusaciones contra Tel Aviv de privilegiar sus intereses sobre los cautivos.