La guerra entre Israel y Hamas avanza más allá del escenario bélico por el sesgo, odio, extremismo y fanatismo que proliferan en las redes sociales, lo que aviva la polarización en Medio Oriente y en el resto del mundo.
Expertos señalaron en entrevista con La Razón que si prevalecen las visiones parciales, tanto en Occidente como en esa región, falta de equilibrio en la información y fake news se corre el riesgo de caer en manipulación y radicalismo, con una guerra mediática, pues los principales actores del conflicto, un Gobierno y un grupo terrorista, y usuarios de plataformas sociodigitales intentan inclinar la balanza en favor de uno u otro tras los bombardeos en Gaza.
Para el internacionalista de la UNAM Juan Manuel Portilla Gomez los involucrados y medios pueden aprovechar la crisis para generar más odio. Ejemplo de ello son los mensajes que deshumanizan al rival al tacharlo de “animal” o “bestia”, pues ven a los árabes como “primitivos”. Además, ambos sectores acusan “masacres” y crueldad, como actos genocidas, violaciones, ataques a civiles y hasta víctimas quemadas vivas.
Situación que exacerba las posturas radicales y abre la puerta a actos de antisemitismo e islamofobia.
Sobre ese tema se documentaron casos de marcas con la estrella de David en puertas de judíos en Alemania, un atentado en Bélgica que dejó dos muertos y la irrupción de rusos contra judíos, pues ayer manifestantes intentaron atacar a los pasajeros de un vuelo de Tel Aviv al invadir la pista en el aeropuerto de Majachkalá luego de enterarse de que presuntos refugiados aterrizaron en su país en medio de esta situación.
Pero también hay agresiones islamofóbicas, como el crimen de un niño musulmán en Estados Unidos y censura en redes sociales al vetar contenido de la causa palestina. La Razón intentó contactar a la periodista palestina Plestia Alaqad en Instagram, pero el mensaje fue eliminado por “infringir” normas de convivencia, restricción que denunció el politólogo palestino Tarek Abu Amal tras la suspensión de su cuenta. Además, hubo burlas de residentes israelíes contra gazatíes al difundir videos de que ellos sí tienen electricidad y agua, misma que malgastan a sabiendas de que en la Franja se les restringieron dichos servicios.
Portilla Gomez enfatizó que otros riesgos son el fanatismo y la confusión entre gobiernos y pueblos. Y aclaró que de un lado están los yihadistas, que según su fundamento buscan matar a judíos, mientras que enfrente hay una gestión racista que practica el apartheid. Y recordó que esta guerra no es por temas religiosos de judíos contra musulmanes o viceversa, pero “a veces la gente manipula la religión a su favor” y entran en juego otros factores como el poder.
El especialista de la FES Acatlán puntualizó que no se puede generalizar, pues no todos los palestinos apoyan a Hamas y en Israel hay sectores que reprueban la respuesta a Gaza y desde hace meses critican al primer ministro Benjamin Netanyahu por la reforma judicial para arrebatar el poder a la Corte.
Agregó que en esta guerra hay agresiones previas como la ocupación, colonialismo y opresión ya denunciadas, de las que hizo énfasis el líder de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, pero que Israel criticó al acusarlo de justificar el terrorismo del pasado 7 de octubre, cuando Hamas mató a mil 400 palestinos al invadirlos.
Ante el sesgo derivado de información a medias, Portilla Gomez dijo que algunos opinan desde la ignorancia sin explicación ni razonamiento.
En referencia a esa manipulación, el comunicólogo de la UNAM y experto en plataformas sociodigitales Luis Ángel Hurtado Razo apuntó que hay otros peligros que se fomentan al ver sólo una parte como las narrativas extremistas y la polarización, como se vivió en el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Añadió que con esta se golpea únicamente a la población al fracturarla más, pues proliferan “escenarios de mayor polarización y discursos justificando acciones de una de las dos partes”, mientras en el mundo se advierte otra vez del riesgo de una Tercera Guerra Mundial, como declaró recientemente Elon Musk, propietario de X, antes Twitter.
Dicha situación genera que se conozca sólo una parte del conflicto y se tome una posición política en favor de uno u otro de manera sesgada, lo que se traduce en la difusión de videos ya sea en favor de Tel Aviv, de los terroristas o las víctimas palestinas; es decir, que sólo se conocen unos crímenes, mismos que se multiplican en las plataformas.
Incluso, abundó que hay usuarios que sólo ven cierto contenido por sus preferencias o algoritmos, pues hay material vetado, ya sea por violencia o ir contra los intereses de los dueños de X, Facebook o Instagram, con lo que las redes rompen con su propósito original de que “no iban a tener sesgo, no iban a responder a intereses e iban a permitir la libertad de expresión y el derecho a la información”.
Además, ambos especialistas coincidieron en que en este panorama también inciden los medios, que dan más cobertura a uno de los involucrados, por lo que invitan a consultar no sólo portales de Occidente o de Oriente, sino de ambos lados para que haya un equilibrio y así romper con estereotipos.
