Pese a una nueva agresión contra sus ciudadanos, Israel acordó garantizar la estabilidad de la Autoridad Palestina luego del diferendo por la crisis en Yenín.
El gabinete de seguridad del primer ministro, Benjamin Netanyahu, respaldó la reducción de las tensiones con una estrategia que frene “el colapso” del liderazgo rival a través de medidas de seguridad, económicas y contra el desplazamiento.
Sin embargo, enfatizó que esta alianza no significa que se acaba la lucha contra el terrorismo, pues el ministro de Defensa, Yoav Galant, recalcó que tomarán medidas ante el riesgo, al reiterar que sospechan que milicianos de Hamas y la Yihad Islámica se ocultan en esta región.
Pero a cambio solicitó a su contraparte el compromiso de cesar la incitación al odio, pues acusó a los medios de agravar las diferencias por las incursiones israelíes en campamentos y mezquitas.
La medida fue anunciada horas después de que el Papa solicitara a éstos un diálogo para detener la violencia que persiste y horas después de que una mujer palestina fuera arrestada por intentar perpetrar un atentado con cuchillo en el transporte de Jerusalén, en el que no hubo víctimas, gracias a la rápida intervención policial.