Alerta politólogo sobre gobiernos tibios

“La izquierda de AL no ha resuelto cohabitar con el autoritarismo”

El analista Armando Chaguaceda sostiene que una afinidad política no debe convertirse en complicidad con estos regímenes; gobiernos deben unirse por la democracia, pese a diversidad

Personal electoral, en el recuento de la última elección del año en Chile.
Personal electoral, en el recuento de la última elección del año en Chile. Foto: AP

Para el analista e investigador Armando Chaguaceda el foco en los gobiernos de América Latina debe centrarse en todo el panorama político y social no sólo en los virajes de gobierno y el tema electoral. En entrevista con La Razón resumió que, más allá del crecimiento de la izquierda, que este año ganó cuatro elecciones, en la región no hay un solo color y los desafíos están en que los demócratas pinten su raya con los autoritarios, al recordar que hay tres regímenes de este tipo en AL: Nicaragua, Venezuela y Cuba, con los que la mayoría de gobiernos, por ideología común, se vuelven tibios, y la relevancia está en aprender a condenar a los corruptos y violadores de derechos humanos por sobre la cercanía política.

¿Cómo se vislumbra el panorama en América Latina? Cualquier análisis es simplificador. Noto muchos politólogos que lo entienden como resultados electorales y es una forma parcial, no es sólo quién ocupa un gobierno, sino procesos sociales paralelos. América sigue siendo electoral y políticamente diversa. La mayor parte son democráticos, si bien existe una subzona de autocracias. Se accede por elecciones, están en la Organización de los Estados Americanos (OEA) y hay unas de alta calidad en Chile, Uruguay y Costa Rica; con problemas, como México; y regímenes no democráticos: Cuba, Nicaragua y Venezuela. Otros se deslizan como autoritarios sin serlo, como (Nayib) Bukele o corruptos y populistas como Brasil. Hay tres grandes grupos: democracia, autocracia, donde cierran el espacio político y se reprime, y zonas grises. Hay democracias debilitadas que colindan con autoritarismo. Si bien hay en izquierda y derecha, la expresión que se ha convertido en régimen es de izquierda y tiene competencia por derecha con Bukele y (Jair) Bolsonaro.

¿Hay un riesgo de que se armen bloques y una mayor repercusión? En general, la academia tiene un sesgo político. Siempre ha habido una derecha autoritaria, cuya expresión más extrema es el nazifascismo, y una izquierda autoritaria, con el leninismo. Las dos han tenido expresiones en AL, como (Jorge) Videla en Argentina y Cuba. No puedes decir que toda la izquierda es autoritaria, porque tienes a (Gabriel) Boric, figura realmente innovadora, pero con una coalición de socialistas y admiradores de Fidel Castro. Ahí (José Antonio) Kast no tenía problema con admirar a (Augusto) Pinochet, pero reconoció el triunfo de manera cívica, lo que no sabemos si Bolsonaro haría. AL es diversa y no se puede explicar sólo con coyunturas electorales, con giros a derecha o izquierda. No hay una AL de un color. Las únicas autocracias convertidas en régimen son de izquierda, eso no quiere decir que toda es autoritaria, pero está mejor articulada que la derecha. Si se privilegia la ideología sobre los valores hay un problema grave, resta potencial de pintar una raya. Tienes una derecha que como respuesta al atrincheramiento duro favorece un discurso autoritario. No hay regímenes análogos a Cuba, Nicaragua y Venezuela. Lo que nos lleva a un escenario donde la respuesta al endurecimiento sea el ascenso de autoritarios. Boric es una izquierda con capacidad de pintar una raya con tiránicos.

¿Ésa es la importancia de leer señales, de cómo se radicalizan? Comparo a Boric con (Hugo) Chávez, el problema es el espacio político en el que se inserta, en el cual la parte democrática sigue cohabitando con la autoritaria. En tanto se privilegia el ismo, la ideología, sobre la cracia, el régimen, hay un problema. Es absolutamente igual de válido en la derecha, que sólo fuera a sus reuniones y se callara la boca por privilegiar la simpatía ideológica más allá de ser autoritarios. Creo que vamos a estar más jod… en los años que vienen. El liderazgo de Boric sí es una renovación, pero no toda su coalición, y la izquierda no ha resuelto el problema de cohabitar con la izquierda autoritaria, como el Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla, como metáfora del malo y el bueno.

(En América Latina) hay tres grandes grupos:
democracia, autocracia, donde cierran el espacio político y se reprime, y zonas grises. Hay democracias debilitadas que colindan con el autoritarismo
Armando Chaguaceda, Analista e investigador

¿Esto se refleja en la OEA, muchos se abstienen por no enfrentarse? El mejor ejemplo, Argentina y México, y Bolivia en el Alba. En las primeras se consideró “esos gobiernos que no le deben nada al eje bolivariano, marcarían una distancia real” salirse del Foro de Sao Paulo y fortalecer el Grupo de Puebla, aunque se ha enfocado exclusivamente a criticar el neoliberalismo y no dice nada sobre sus “parientes caníbales”. Sistemáticamente se abstiene favoreciendo a ésos. En el pasado, los de centroizquierda o centroderecha denunciaban a las dictaduras, lo que correspondería es pintar una raya, pero no lo hacen. La experiencia empírica es que han tenido una postura tibia, que fortalece al opresor.

¿No necesariamente los castigos o el diálogo son la respuesta? Hay que ver los castigos de manera desapasionada, si son a agencias o funcionarios violadores de derechos, pues toman a la población como rehén. Nadie dice invasiones o cerrar el comercio. Tiene que haber embargo de armas, persecución del dinero ilegal y canales de diálogo. Michelle Bachelet dirige el órgano de DH de la ONU que ha demostrado que hay violaciones en esos países. Que sean más coherentes, con honestidad intelectual y en el diseño de la política. Planteo como propuesta salirse del Foro de Sao Paulo. Cuando el Grupo de Puebla condene la dictadura creeré que están tomando una senda verdaderamente renovadora, en tanto no, sospecharé que es por complicidad, nostalgia o que son el aliado del policía malo. Que también diga que es inaceptable que prohíban elecciones y criminalizar a la oposición. No dijo nada sobre la represión a las protestas más grandes en Cuba en 62 años. Cuando ves eso es una falta grave y justifica que mucha gente sea anticomunista. Qué le vas a decir a mis compatriotas, a venezolanos, a nicaragüenses. Le vas a decir que crea en la izquierda, cuando ha sido la que lo reprime. Es terrible, pero es absolutamente realista.

¿2022 será un medidor? Está el problema de la polarización y cómo quedan arrinconados los moderados en todo esto, pero es su momento o no va a ser. O vamos a tener un continente con olas de autoritarismo alternándose y justificándose.

¿Cuál es la importancia de romper ese sesgo? Hay que poner la cracia antes del ismo, hay que definir si está con la democracia o la autocracia. Si va a defenderla, defenderla ante quien me asemeja. Como izquierda tengo que hacer causa común con la derecha si lo que está en juego es la democracia. Lo que nos define no debiera ser la postura ideológica como la política. No puedo privilegiar a alguien que sea izquierda si soy de izquierda, los que sí lo hacen son los autócratas, cierran filas con los suyos, derecha e izquierda. Tiene que coincidir en la defensa de principios y valores antes que coincidir por ideología.

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