El último lanzamiento de un misil balístico por parte de Pionyang, el cual sobrevoló el norte del archipiélago japonés, mereció la condena del primer ministro nipón Fumio Kishida, quien calificó este acto como "una barbarie”.
Más temprano, el lanzamiento de dicho artefacto provocó que las autoridades de la nación del sol naciente activaran una alerta civil en la que pidieron a la población buscar refugio.
"Es un acto de barbarie y expreso mi firme condena a Corea del Norte por ello", dijo Kishida a medios locales tras el nuevo ensayo armamentístico del país vecino.
El ministro ordenó a las autoridades recopilar información, en cooperación con sus aliados Seúl y Washington, a la vez que convocó a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad Nacional para analizar la situación.
De acuerdo con el Estado Mayor Conjunto surcoreano, presumiblemente se trató de un "misil balístico de alcance intermedio" lanzado desde la provincia de Jagang, al norte del país que colinda con China.
Según autoridades, el misil cayó en aguas del Pacífico y fuera del espacio económico exclusivo de Japón. Hasta el momento no se reportan daños en aeronaves ni embarcaciones en la zona.
El misil impactó a unos 3 mil kilómetros al este del archipiélago, tras recorrer una distancia total de 4 mil kilómetros y alcanzar una altura máxima de mil kilómetros.
Japón investiga lanzamiento de misil balístico desde Corea del Norte
Luego del lanzamiento de un misil balístico desde Corea del Norte al Mar del Este, autoridades de Japón señalaron que trabajan en recopilar información sobre el hecho para "tomar las acciones necesarias".
En conferencia de prensa, el secretario en jefe del gabinete, Hirokazu Matsuno, indicó que cooperará con "países relevantes como Estados Unidos y Corea del Sur", tras el lanzamiento del misil.
Ante al peligro de que el misil se impactara en tierra, autoridades japonesas pidieron a sus ciudadanos resguardarse en edificios y sótanos.
