A casi dos semanas del inicio de los Juegos Olímpicos, en Japón se levantan las alertas por el alza sin precedentes de casos Covid al registrar 14 mil en un solo día; incidencia que pone en duda las medidas aplicadas para prevenir su propagación.
Y el mayor foco rojo es Tokio, la ciudad olímpica, con un nuevo récord de positivos de cuatro mil 166, lo que representa casi la tercera parte del total nacional con 29 por ciento de la incidencia en 24 horas, a causa de la variante Delta, según el ministro de Sanidad, Norisha Tamara, cepa considerada la más contagiosa y que ha complicado el freno a la pandemia en más de un centenar de naciones.
Autoridades de salud admiten que la nación enfrenta una situación “nunca antes vista”, por lo que el principal asesor médico del Gobierno, Shigeru Omi, advirtió que la única vía para contrarrestar este aumento podría ser un nuevo estado de emergencia. No obstante, esta decisión evidenciaría que, como lo advirtieron opositores, no había condiciones para celebrar la justa deportiva.
En medio de esta situación, Tamara confirmó una nueva política para evitar la saturación de hospitales; recientemente el Parlamento modificó las normas de ingresos, lo que generó descontento, pues se condicionará el acceso a camas únicamente para pacientes graves.
Tras admitir que el país no cuenta con la capacidad de albergar a un mayor porcentaje de internados, se reportó que las camas actuales serán para personas críticas; por ello, se exhortó a quienes presentar síntomas de leves a moderados a permanecer en aislamiento en su casa.
No obstante, críticos del gobierno advirtieron que así desahuciarían a miles al poner en riesgo su salud, pues sin un monitoreo adecuado su condición se puede agravar y morirán sin atención.
Esta incidencia se da en el mismo día en el que el mundo rebasó los 200 millones de infecciones y ya suman cuatro millones 254 mil defunciones.
Además, a nivel mundial se alertó de un aumento de casos, pues tan sólo en la última semana hubo más de cuatro millones de infecciones nuevas, hasta dos por ciento de las acumuladas desde que se identificó este virus en Wuhan, China.
Los mayores picos, según el sector salud, ocurrieron en Medio Oriente y Asia, así como en Estados Unidos y Brasil. Además, en las dos primeras regiones el alza de decesos fue de casi un tercio en comparación con semanas anteriores.
PRESIONA OMS A POTENCIAS
Ante la estrategia de reforzar la vacunación con una tercera dosis, la Organización Mundial de Salud (OMS) llamó a las potencias a esperar y dar prioridad a que las naciones de bajos recursos adquieran un mayor suministro.
“No podemos aceptar que los países que ya han utilizado la mayoría de los suministros de vacunas utilicen aún más”, sostuvo el director del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Y admitió que, aunque hay gran preocupación por la variante Delta, la prioridad debe ser avanzar en la vacunación, pero no de manera individual, sino colectivamente, para alcanzar la meta prevista para septiembre.
Para lograr este objetivo de 10 por ciento de personas inoculadas en cada nación, dijo, se requiere que las potencias en vez de comprar terceras dosis, lo que abona al acaparamiento de las mismas, retrasen sus planes y se abra el abasto para otras regiones que aún no han logrado proteger a grupos vulnerables. Muestra de ello es que decenas de naciones como Canadá, Reino Unido y España suman más de 69 por ciento de su población inmunizada ya sea con una dosis o el esquema completo, mientras que múltiples regiones todavía no alcanzan ni el uno por ciento.
Adhanom sostuvo que renunciar por dos meses a la aplicación de estas inyecciones, permitirá un avance sin de-sigualdad, pues reiteró que para acabar con la pandemia se necesita un cambio urgente para que “la mayoría de las vacunas dejen de ir a países ricos y vayan a los pobres”, especialmente en un panorama de nuevas oleadas y récords, así como complicaciones por las nuevas variantes.
Sin embargo, Estados Unidos descartó suspender el plan de una tercera vacuna, al asegurar que es posible reforzar la aplicación de dosis y mantener el apoyo a países de bajos recursos, como lo ha hecho desde hace meses al donar millones de vacunas a varias regiones del mundo.
“Podemos hacer ambas cosas (…) no necesitamos tomar esa decisión”, garantizó la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, al ser cuestionada sobre la postura del organismo.
