Kiev exige garantías y G-7 promete armas, misiles...

Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania, exigió a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) garantías de seguridad y defensa, ante la negativa de darle la membresía. Y, aunque hubo compromisos específicos, advirtió que ni la anhelada adhesión al grupo lo forzará a entregar territorios.

En el segundo día de la cumbre de la alianza en Lituania, se mostró más resignado a no ser parte de ésta mientras siga la guerra, pues ni siquiera lo invitaron formalmente; pero aprovechó los encuentros bilaterales para promover acciones concretas para proteger a su pueblo, al recalcar que Rusia también es una amenaza para el bloque y el continente.

Sin plazos específicos, igual que el día previo, sus aliados, como las potencias del G-7, reiteraron que el compromiso es “inquebrantable”, pues la puerta sigue abierta, pero falta cumplir con ciertas “condiciones”. Y es que no cambian su postura, aunque recordaron que ya le dan trato de igual al recibirlo en Vilna.

Los Estados de la OTAN recalcaron que hay un riesgo es su ingreso, pues como alianza tendrían que defender a Ucrania, tema en el que Moscú advirtió que ello detonaría la Tercera Guerra Mundial, mientras tiene pendiente la adhesión de Suecia, pues aunque Turquía ya dio el sí a su ingreso éste no será “lo antes posible” como prometió Recep Tayyip Erdogan, ya que su Parlamento discutirá el tema hasta octubre.

Tras los reclamos de las últimas semanas, el G-7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón) adelantó nueva asistencia para protegerse por tierra, mar y aire, hecho que agradeció Zelenski al calificarlo como una “victoria significativa” cuando el régimen invasor bombardeó Zaporiyia a la par de esta reunión, donde lesionó a una veintena de civiles.

Incluso su homólogo estadounidense, Joe Biden, insistió que “no flaquearán” al admitir que los retrasos “frustran” a Zelenski, hecho que repitió Gran Bretaña, pues el ministro de Defensa, Ben Wallace, se quejó que Kiev cree que sus aliados son “Amazon”, pues al pedir ayuda quieren que ésta ya esté en su territorio.

Por ello, las potencias se comprometieron a “reforzar su defensa hasta su ingreso a la OTAN”, al enfatizar que éste sí ocurrirá, pero no se han dado las circunstancias correctas.

En un comunicado establecieron que la ayuda, como artillería, sistemas de largo alcance, vehículos blindados, entrenamiento, mayor intercambio de Inteligencia, apoyo técnico y respaldo económico para su reconstrucción, prevalecerá “el tiempo que se necesario”.

Y de inmediato gobiernos como España, Países Bajos, Polonia, Dinamarca y Noruega, entre otros, garantizaron sumarse a ese proyecto, mismo que Zelenski ve como la base que simboliza que lo sostienen como desde el primer día, cuando Moscú les declaró la guerra.

Asimismo, enfatizaron que engrosarán las sanciones contra el régimen que ha violado múltiples normas del derecho internacional y asistirán a la región invadida ante cualquier agresión, pues no la dejarán sola.

Dichas acciones muestran la intención de fortalecer su lazo, luego de que Zelenski los tachó de “absurdos” un día antes por “condicionar” su ingreso oficial al organismo.

Y ante rumores sobre una presunta negociación en temas territoriales a cambio de conceder la membresía, el líder defensor fue claro al declarar que “nunca cambiaremos nuestros territorios”, de acuerdo con Ukrainska Pravda.

Con ello, evidencia que sigue firme en recuperar las regiones que se anexó Moscú: Lugansk, Donetsk, Jerson y Zaporiyia, igual que Crimea, el primer territorio que les arrebató en 2014. Y es que su contraofensiva sigue sumando aldeas y kilómetros cuadrados recuperados, lo que les da el empuje de ampliar dicha estrategia. Por lo que insistió que no renunciarán a ningún espacio, ni siquiera la aldea más desolada por la guerra.

Ante este panorama, el Kremlin acusó que los suministros de Occidente a su enemigo evidencian que hay más interés de esas naciones en matar gente que en supuestamente proteger a ese territorio, al acusar que cada vez es más claro que Kiev no lucha sola.

Pero sus fuerzas también reciben armas, pues a unos 20 días de la rebelión del Grupo Wagner, el ejército de Putin completó la transferencia de armamento que seguía en poder de los mercenarios.

De acuerdo con datos del Ministerio de Defensa del régimen se trata de más de dos mil equipos militares como sistemas de lanzamiento de misiles, tanques, armas y toneladas de municiones y artillería que repartirán entre sus nuevas bases, al detallar que la mayoría del grupo que intentó vulnerarlo finalmente le declaró su lealtad a Putin.

Sin embargo, del lado invasor persiste la división militar, pues se reportó que el Kremlin destituyó a otro general, mientras se desconoce el paradero de mandos que presuntamente apoyaron a Wagner; según filtraciones, la medida se dio luego de que Ivan Popov demandó rotar a los soldados por bajas recientes.