El régimen ruso acusó a fuerzas ucranianas de traspasar sus fronteras para sabotear su infraestructura, lo que dejó al menos seis heridos, pero rivales responsabilizaron a las disidencias anti-Kremlin.
Líderes invasores enfatizaron que el enemigo insiste en llevar el conflicto a territorio ruso, como en Crimea, especialmente ante el desplazamiento de las tropas de Volodimir Zelenski en Bajmut y que el presidente no consiguió el apoyo que rogó durante su visita a las potencias del G-7 en Hiroshima.
Las Fuerzas Armadas de Vladimir Putin alardearon, como el Grupo Wagner, que se adueñaron de inmuebles de gran altura bajo control de la resistencia, lo que facilita la vigilancia rival en el “epicentro” de la guerra y, por ello, según Moscú, ésos arremetieron contra la frontera para forzar la dispersión rusa y reducir la presencia de soldados en Donbás.
Ahí bombardearon y atacaron con drones y artillería pesada residencias, un jardín de niños y oficinas administrativas en Graivoron, a tres kilómetros de Ucrania, indicó el gobernador, Viacheslav Gladkov, quien admitió que evacuaron la zona y suspendieron clases por el golpe.
Pero su única evidencia es un video con gente tirada en el suelo, mientras siguen atacando a la región invadida en donde mataron a cinco civiles. Poco después, se filtró que uno de los edificios dañados pertenecía a la oficina del Servicio Federal de Seguridad rusa (FSB, por sus siglas en ruso), aunque el Kremlin no confirmó esa versión.
De inmediato, Moscú activó su plan antiterrorista para liquidar a los ofensores que tratan de vulnerar su terreno y redoblar la vigilancia por quienes se hacen pasar por rusos con documentos falsos para debilitarlos, reveló el vocero del régimen, Dmitri Peskov.
No obstante, Kiev desmintió un nexo con los actos de ayer como lo hizo con el supuesto intento de homicidio contra Vladimir Putin con drones, pero admitió que después de días exitosos las bases asentadas en Bajmut admitieron un revés al perder el control de un sector, pero aún no cae la zona, pues la resistencia ucraniana no se ha retirado, pese a la inferioridad numérica en comparación con las tropas del ocupante.
Aliados de Zelenski aseguraron que, tras más de 450 días en guerra, Moscú se enfrenta a su peor enemigo: grupos internos que rechazan la guerra. El principal asesor ucraniano, Mijailo Podoliak, reveló que ya se destapaban “movimientos armados” contra la invasión al precisar que para confundir al Kremlin esos usan tanques y equipo similar al local.
Inteligencia aliada agregó que en los últimos días se detectó el crecimiento de milicias contra la llamada “operación militar” de Putin, lo que abre un nuevo frente contra los debilitados invasores.
Ello evidencia el hartazgo contra las decisiones de Putin, pues adelantaron que detrás de estos hechos estarían grupos anti-Kremlin como la Legión de la Libertad de Rusia y el Cuerpo de Voluntarios Rusos que, a través de sus cuentas de Telegram —la plataforma más usada en esa nación—, afirmaron que como
connacionales llegó el momento de dejar de justificar “las acciones de los criminales en el poder y tomar las armas” para defender la soberanía del propio
Kremlin. Pero no adelantaron qué medidas preparan ni en qué zonas.
En tanto, las tropas de Kiev recalcaron que la lucha sigue activa y el respaldo de Occidente es clave para no abandonar a sus combatientes.
Al regresar de Hiroshima, donde dialogó con líderes de las principales potencias, Zelenski garantizó que “habrá más armas para nuestros guerreros”, para alentar a la resistencia a la espera de los cazas solicitados.
Aunque aún se desconocen las fechas para entrenar a pilotos defensores, el alto representante de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, confirmó que el cronograma ya está en marcha. “El entrenamiento ya ha comenzado”, adelantó a la prensa sobre la estrategia para recibirlos y adiestrarlos en el manejo de las aeronaves, de las que Kiev busca hasta 150; sin embargo, no queda claro cuándo transferirán los F-16 ni cuándo arribarán los pilotos.
Pero su declaración confirma que Occidente acelera la ayuda a Ucrania.
El vocero del Departamento de Estado de EU, Matthew Miller, reiteró que la prioridad es dotar de equipo moderno a las tropas defensoras, ante la más reciente petición, pero aclaró que eso podría tardar meses.
Abundó que primero serán los entrenamientos comprometidos durante su reunión en Hiroshima, zona que Zelenski comparó con la destrucción en Bajmut, mientras que Moscú hizo lo mismo para culpar a EU de esta degradación.
En tanto, Kiev lucha con daños a infraestructura y riesgos, ante otra desconexión de la electricidad por hasta cinco horas de la planta nuclear de Zaporiyia, según Ukrenergo. La Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) dijo que cada corte —al sumar siete en 15 meses— eleva drásticamente la vulnerabilidad e inseguridad hacia una catástrofe.