El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, abandonó la reunión del G-20 en un escenario de rechazo generalizado a su país por la guerra en Ucrania y denuncias del representante del Kremlin de politizar este encuentro global en favor del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
Medios locales y agencias especularon sobre la salida abrupta del enviado de Vladimir Putin durante la jornada en la que su ejército lanzó uno de los mayores ataques contra Kiev. Incluso, circuló la imagen del momento en que aborda un avión, aunque no se corroboró si la imagen corresponde a su viaje a Indonesia, sede de este encuentro.
Tras los rumores, un diplomático de Indonesia confirmó la salida de Lavrov al reportar que se tenía previsto que sólo participaría en el primer día de este encuentro al igual que otras delegaciones com Corea del Sur, Emiratos Árabes Unidas y Camboya; hecho que confirmaron medios afines a Putin al precisar que Lavrov partió de la región la noche de este martes (tiempo de Indonesia) luego de “completar su programa en la cumbre del G-20” y precisó que aún queda una representación rusa, sin hacer énfasis en las críticas contra su gestión, pues algunos líderes lo cuestionaron directamente por su negativa a detener esta guerra o a negociar.
Pese a que sólo se quedó un día para este encuentro, se reportó que sostuvo varias reuniones en privado entre las que destacan diálogos con el secretario general de la ONU, António Guterres, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz.
Asimismo, se detalló que Lavrov estuvo presente cuando se trasmitió el mensaje del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, hecho que provocó cruces con algunos gobiernos presentes y por el que el enviado de Putin recriminó que se politice el tema, al afirmar que el Kremlin si busca negociar, pero Ucrania desiste en retornar a esta fase.
