Tres días después del terremoto de magnitud 7.8 y sus réplicas que sacudieron a Turquía y Siria, el número de víctimas mortales superó ayer las 21 mil. El gobierno del país otomano encabezado por Recep Tayyip Erdogan informó que el número de fallecidos en su país es de 17 mil 674 personas, mientras que más de 72 mil 879 personas han resultado heridas.
En Siria, ya son tres mil 377 las defunciones, de las cuales dos mil 030 se registraron en la zona noroeste del país controlada por los rebeldes, de acuerdo con información de la Agencia France Presse, lo que da un total de 21 mil 051 muertos hasta ayer.
De esta forma, la letalidad del terremoto del lunes ya supera a la registrada durante el sismo de 1999, cuya magnitud fue 7.6 y tuvo como epicentro la costa del mar de Mármara, con un saldo de 17 mil 127 muertos, y que hasta ahora era la mayor tragedia vivida en la región en las últimas décadas.
El presidente Erdogan comparó la actual catástrofe con el terremoto ocurrido en Erzincan —ciudad al este de Turquía — de 1939, el cual acabó con la vida de más de 32 mil personas, mientras que en los medios turcos ya se refieren al suceso como “la tragedia del siglo”.
Ayer, el Parlamento de Turquía aprobó el estado de emergencia en las 10 provincias más afectadas por el sismo, el cual estará vigente de manera oficial durante los próximos tres meses. Mientras esté en vigor, se podrán imponer a los ciudadanos obligaciones monetarias, patrimoniales y laborales, además de que se pueden limitar o suspender temporalmente los derechos y libertades fundamentales de la población.
Asimismo, Erdogan denunció los saqueos registrados en las provincias más dañadas por el sismo y prometió una respuesta contundente, señalando que el Estado luchará contra ellos con el poder del estado de emergencia.
“Lamentablemente, hay saqueos de mercados en algunos lugares. El Estado reacciona a eso mediante el estado de emergencia. Vamos a intervenir contra los saqueos con este poder”, dijo el mandatario turco en una declaración pública que realizó en Gaziantep recogida por el diario El País.
A su vez, Erdogan respondió a la oposición y los medios que han sido críticos con su gestión del desastre, que han calificado su respuesta ante la crisis como lenta, además de considerar que hay una “mala coordinación” y acusar el despilfarro de fondos.
“El estado de excepción dará al Estado la oportunidad de luchar contra quienes abusen del proceso (de rescate y reconstrucción)”, advirtió el presidente turco.
Por su parte, el vicepresidente turco, Fuat Oktay, dijo que los trabajos de búsqueda de sobrevivientes se dieron por terminados en las provincias de Sanliurfa y Kilis, mientras que, en Diyarbakir, Osmaniye y Adana están por concluir.
En Kahramanmaras, una de las provincias del sur de Turquía que resultó con mayores daños, al menos 28 mil 044 personas fueron evacuadas, entre ellas 23 mil 437 por vía aérea y cuatro mil 607 por carretera y tren, de acuerdo con la agencia de Gestión de Desastres y Emergencias del país otomano.
El gobierno de Erdogan anunció que ha recibido compromisos de ayuda de 95 países y 16 organizaciones internacionales desde el lunes, además de que han arribado seis mil 479 rescatistas de 56 naciones, que se encuentran trabajando en las 10 provincias afectadas; asimismo, equipos de 19 naciones más están listos para arribar al país en 24 horas.
La agencia de Gestión de Desastres también informó que se han registrado 650 réplicas desde que se produjeron los terremotos, lo que complica los trabajos y pone en riesgo a los equipos de rescate que peinan edificios severamente debilitados.
Lamentablemente, hay saqueos de mercados en algunos lugares.Recep Tayyip Erdogan<br>Presidente de Turquía
El Estado reacciona a eso mediante el estado de emergencia.
Vamos a intervenir contra los saqueos con este poder...
Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud advirtió que los sobrevivientes podrían enfrentarse a un nuevo desastre, que implica refugio, alimentos y agua.
“Es un segundo desastre que se avecina a menos que actuemos muy, muy rápido, lo que significa refugio, alimentos, agua y medicamentos porque hace mucho frío”, dijo Hans Kluge, director regional de la OMS para Europa, a la BBC.
Indicó que, en el caso de Siria, la mayoría de las comunidades devastadas por la guerra dependen de depósitos de agua que están elevados y fueron los primeros en caer debido al terremoto.
Kluge añadió que estos embalses necesitan un reemplazo urgente, ya que el país enfrenta brotes de cólera que ya representaban un problema desde antes del terremoto, y subrayó que miles de personas permanecen a la intemperie, en condiciones que empeoran y con acceso interrumpido a electricidad, combustible, comunicaciones y agua.
El pasado miércoles, Kluge anunció la declaración del estado de emergencia de nivel 3, el más superior, tras los terremotos que asolaron a Turquía y Siria, lo que significa la movilización de los activos de todo el organismo.