Con la fuerza del crecimiento de la ultranacionalista Marine Le Pen en más de 25 departamentos, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, reorienta su estrategia política para evitar que ese empuje electoral impacte en otro proceso, las parlamentarias de julio próximo.
Datos regionales del voto revelan que la opositora de Agrupación Nacional atrajo el respaldo principalmente en zonas del norte y sur de Francia, incluidas aquellas afectadas por la migración, lo que evidencia parte del reclamo contra la gestión del mandatario reelecto, quien fue favorecido en las grandes ciudades, entre las que destacan París, Rennes, Nantes y Burdeos, pues en ellas superó 80 por ciento de la preferencia.
A la espera de asumir el segundo mandato, Macron busca que cada decisión afiance su promesa de acabar con la ira en el país y con la amenaza que representa el extremismo, sector que en un segundo round redujo a la mitad la diferencia marcada hace cinco años, al bajar de 32 a 17 puntos porcentuales.
Por ello, se apresura a nombrar lo antes posible a su futuro primer ministro, que medios locales adelantan podría ser una mujer por segunda vez en la nación, y al nuevo equipo para dar vuelta al triunfo agridulce, pues la ultraderecha alcanzó su mejor posición en una elección, pese a la derrota, tanto por el porcentaje como por la ampliación de zonas al pasar de dos a casi 30 en las que lideró.
Asimismo, prevén que redoble objetivos en zonas rurales, principalmente en aquellas en las que arrasón Le Pen, reconocida antiinmigrante, como son las fronterizas, principalmente en ultramar, pues fue el punto con mayor abstención, posiblemente por considerar que se han visto afectados por la recepción de indocumentados.
En torno a sectores, el empuje se pronostica entre los obreros y desempleados, mismos que están en contra de que Emmanuel Macron se mantenga en el Palacio del Elíseo y que él ha reconocido actuaron movidos por el rencor a sus políticas. Esto sin dejar de lado a quienes lo respaldaron para un nuevo quinquenio, entre ellos lo residentes que viven en el exterior, pues ahí obtuvo 86 por ciento de la preferencia.
También se detectó que algunos puntos en los que menor impacto tuvo para la segunda vuelta fueron aquellos que se opusieron a las normas sanitarias por el Covid-19, incluida la vacunación y el uso del certificado de inoculación, luego de que se lanzara contra quienes se negaban a recibir sus respectivas dosis para combatir la pandemia.
Y es que en caso de que la ultraderecha siga sumando adeptos y consiga la mayoría legislativa, podría generar un clima hostil para llegar a acuerdos por el futuro de la nación, especialmente cuando Le Pen se ganó una candidatura legislativa que podía llevarla a una oficina ejecutiva, complicando el panorama para su rival.